El Espíritu Santo es la persona de la Santísima Trinidad cuya misión es nuestra santificación, dando vida sobrenatural a la Iglesia y a los hombres.

A través de una joven santa como fue Gemma Galgani, nos llega un increíble relato sobre su encuentro místico con el Espíritu Santo en plena Misa.

Santa Gemma Galgani nació en 1878 y falleció en 1903 con solo 25 años. En su corta edad experimentó una intensa vida mística y amó por sobre todas las cosas a Jesús Sacramentado.

Cuando aún era pequeña, sucedió ese asombroso encuentro con el Paráclito en medio de la Celebración Eucarística. Esta es la historia.

Cuando el Espíritu Santo le habló a Santa Gemma Galgani en medio de la Misa

La madre de Santa Gemma -Doña Aurelia- estaba muy enferma, y la beata era aún muy pequeña para afrontar su pérdida.

Cuando Aurelia sintió que su muerte estaba próxima se dijo: “¿Qué cosa mejor puedo hacer antes de morir, que confiar mi niña al Espíritu Santo?. Así, cuando yo falte, sabré quien cuidará de ella”.

Con esto en mente, la madre preparó a Gemma para la Confirmación que recibió cuando tenía apenas 7 años.

A través del sacramento de la Confirmación, recibimos una gracia especial del Espíritu Santo que nos incorpora más perfectamente a la Iglesia. En este sacramento recibimos los dones de sabiduría, inteligencia, consejo, fortaleza, ciencia, piedad y temor de Dios.

Durante la misma Misa en que recibió el Sacramento, el Espíritu Santo se manifestó a la santa y tuvieron el siguiente diálogo:

“De repente, una voz me dijo al corazón: ‘¿Quieres darme a tu mamá?’
– ‘Sí’, respondí, ‘pero llévame también a mí’.
– ‘No’, me replicó la voz, ‘dame generosamente a tu mamá. Tu debes quedar por ahora con papá. Llevaré a tu mamá al cielo; ¿me la entregas de buena gana?’.
– Tuve que decir que sí. Acabada la Misa fui corriendo a casa. ¡Dios mío! Miraba a mamá y lloraba, no podía contenerme”.

Doña Aurelia falleció en santidad 6 meses después. Su última frase fue:

“Ofrezco a Dios gustosísima el sacrificio de mi vida, para que me conceda recoger un día a todos mis ocho hijos en el Paraíso”.

Pero la Virgen se convirtió en su otra Madre

Como Dios no quita sino devuelve en abundancia, Santa Gemma Galgani descubrió la maternidad espiritual de la Virgen María.

“Al perder a mi madre terrena me entregué a la Madre del cielo. Postrada ante su imagen, le dije: ‘¡María!, ya no tengo madre en la tierra; se tú desde el cielo mi Madre'”.

Espíritu Santo fuente de sabiduría, ¡guíanos!

¡Corazón dulcísimo de María, prepáranos un camino seguro!

Este artículo fue adaptado de Corazones.org.

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