En las redes sociales se difundió una versión sobre unos supuestos dichos del Papa Francisco acerca de que el placer de comer y el placer sexual eran “simplemente divinos”. ¿Es eso cierto?

La respuesta es sí pero se ha descontextualizado. Al decir esto el Papa ratifica las enseñanzas de la Iglesia. Pero primero pongamos en contexto estos dichos.

Las frases del Papa Francisco fueron tomadas de un libro de reciente publicación titulado Terra Futura, una entrevista realizada por el escritor y gastrónomo italiano Carlo Petrini.

La obra está dedicada a compartir el pensamiento ecológico del Papa Francisco de cara al futuro, pero solo ha trascendido esta frase descontextualizada.

¿En qué contexto dijo eso el Papa Francisco?

El Papa y el entrevistador hablaban acerca de cómo la comida, cuando se comparte con otro, puede ser un puente y generar amistades. A lo que Francisco acotó que no hay que poner en el centro la comida por la comida, sino la relación entre las personas, que así “sirve como un medio de valores y culturas”.

Entonces el entrevistador le dice al Papa que “la Iglesia Católica siempre ha mortificado un poco el placer, como si fuera algo a evitar“.

Frente a esta afirmación el Papa Francisco le dijo que no estaba de acuerdo, que la Iglesia siempre condenó el “placer inhumano y vulgar”, pero ha aceptado el placer “humano y sobrio”. Y aclaró lo siguiente:

El placer viene directamente de Dios, no es ni católico ni cristiano ni nada, es simplemente divino. El placer de comer sirve para mantenernos sanos comiendo, así como el placer sexual se hace para hacer el amor más hermoso y asegurar la continuación de la especie“.

¿Se apartó el Papa Francisco de las enseñanzas de la Iglesia con esa afirmación? ¡De ninguna manera! El Catecismo de la Iglesia Católica dice exactamente lo mismo.

Las enseñanzas de la Iglesia en relación al pecado

La Iglesia enseña que “el pecado es una falta contra la razón, la verdad, la conciencia recta; es faltar al amor verdadero para con Dios y para con el prójimo, a causa de un apego perverso a ciertos bienes. Hiere la naturaleza del hombre y atenta contra la solidaridad humana”. (CIC 1849)

El sentir placer en alimentarse no es malo si eso no lleva a una deseo desordenado. Se convierte en desordenado cuando, se aparta del orden de la razón. ¿Qué significa? Que disfrutar del comer no es un vicio mientras no lleve al exceso en el consumo por el placer de alimentarse. Es decir, que el placer se convierte en un fin en sí mismo. Allí el placer de comer se tranforma en pecado de gula.

Algo similar ocurre con el placer del acto sexual cuando se aparta de la castidad, esto es, la integridad lograda de la sexualidad en la persona y la totalidad del don. Entonces se cae en el pecado de lujuria, que “es un deseo o un goce desordenados del placer venéreo. El placer sexual es moralmente desordenado cuando es buscado por sí mismo, separado de las finalidades de procreación y de unión” al interior del matrimonio. (CIC 2351)

Esperamos que esta información te ayude a clarar tus dudas y comprender mejor las enseñanzas de la Iglesia.

Este artículo utilizó información de un artículo de Vatican News.

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