El escapulario de la Virgen del Carmen es un signo que representa el compromiso de seguir a Cristo como María, modelo perfecto de todos los discípulos de Cristo. ¡Conoce a los santos que lo utilizaban!

Vestir este signo mariano expresa la fe en el encuentro con Dios en la vida eterna por la intercesión de María y su protección.

Conoce lo 5 grandes santos que usaban y recomendaban el escapulario de la Virgen del Carmen

San Simon Stock

A este santo se le atribuye la aparición y las promesas del Santo Escapulario del Carmen comunicadas un 16 de julio de 1251. La Virgen María le mostró el escapulario y le dijo: “Este será el privilegio para ti y todos los carmelitas; quien muriere con él no padecerá el fuego eterno, es decir, el que con él muriere se salvará“.

Este santo cada día rezaba: “Flor del Carmelo / Viña floridal esplendor del cielo; / Virgen fecunda y singular; / oh Madre dulce / de varón no conocida; / a los carmelitas, / proteja tu nombre, / estrella del mar”.

San Juan de la Cruz

Este santo místico siempre llevaba el escapulario y era un gran devoto de la Virgen del Carmen. Un fraile comenta que el santo siempre llevaba “una cruz de una madera exquisita y relevados en ella los instrumentos de la Pasión de Cristo Nuestro Salvador y clavado en ella un Cristo crucificado de bronce, la cual este santo solía traer colgada, debajo del escapulario” (Padre Ángel Peña, San Juan de la Cruz. El jilguero de Dios)

San Alfonso María de Ligorio

Fue otro gran santo que por su inmenso amor a la Virgen María también vistió el escapulario. Él mismo afirmaba que “heréticos modernos se burlan del escapulario como si fuera algo anticuado y sin sentido“. Lo llevó con él hasta el momento de su muerte y después de que su restos fueron exhumados se encontró que el escapulario estaba intacto. (Corazones.org)

San Claudio de la Colombiere

El célebre director espiritual de Santa Margarita de Alacoque y promotor de la devoción al Sagrado Corazón de Jesús solía decir:

“Yo quería saber si María en realidad se había interesado en mí, y en el escapulario Ella me ha dado la seguridad más palpable. Sólo necesito abrir mis ojos, Ella ha otorgado su protección a este escapulario: ‘Quien muera vestido en él no sufrirá el fuego eterno'”.

También decía: Debido a que todas las formas de amar a la Santísima Virgen y las diversas maneras de expresar ese amor no pueden ser igualmente agradables a ella y por consiguiente no nos ayudan en el mismo grado para alcanzar el cielo, lo digo sin vacilar ni un momento, ¡El Escapulario Carmelita es su predilecto!“. (ACIPrensa)

San Juan Bosco

El célebre santo impulsor de la devoción a María Auxiliadora utilizaba escapulario y recomendaba su uso. En su memorias relata una de las fórmulas de vencer la tentación hacia los actos impuros:

“Rezar hasta dormirse y, si durante la noche nos despertamos, volver a rezar; decir jaculatorias, besar el escapulario, el crucifijo o la medalla que se lleva al pecho”. (Memorias de San Juan Bosco, Tomo IX).

Recuerda que el escapulario no es ni un objeto para una protección mágica (un amuleto), ni una garantía automática de salvación, ni una dispensa para no vivir las exigencias de la vida cristiana.

Es un signo que alimenta la esperanza del encuentro con Dios en la vida eterna bajo la protección de María Santísima.

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