Sí, aunque no lo creas existieron 3 diferentes san Valentín que murieron martirizados y su veneración se reúne en una única fiesta. Y, como si fuera poco, a la vida de estos santos se le agregó una creencia popular.
El san Valentín del día
El primero de ellos fue un médico sacerdote que vivió en Roma durante el siglo III. Junto con San Mario consolaron a los mártires de la persecución del emperador Claudio II. Por ello fue torturado, condenado a muerte y finalmente decapitado. Su muerte ocurrió en el 14 de febrero de 270 d.C.
Su cuerpo está enterrado en la Vía Flaminia donde el papa Julio I construyó una basílica. Todo parece indicar que este es el san Valentín que aportó el día.
El san Valentín de la historia
El segundo era un obispo de Interamna, actual Terni, en Italia, también perseguido por Claudio II. Tuvo idéntico destino: arresto, tortura y decapitación. ¿La razón? el emperador romano había prohibido los matrimonios por razones militares, pues pensaba que los soldados debían tener total fidelidad al imperio.
Este santo no quiso obedecer el decreto y continuó realizando matrimonios en secreto. Al enterarse, el emperador lo hizo llamar al palacio y, tras los vanos intentos del santo para convertirlo, terminó encarcelado y martirizado.
Un san Valentín africano
Existe un tercer santo con este nombre que recibió martirio en África con un grupo de compañeros y poco más se sabe de él.
El agregado popular
Hasta aquí la historia de los santos, ¿pero cómo llegó a ser el santo patrono de los enamorados? Aquí viene el aporte de la piedad popular.
Las muestras de amor y afecto que hoy expresamos cada 14 de febrero se remontan a la Edad Media. Tanto en Francia como en Inglaterra se creía que las aves comenzaban a aparearse en este fecha. De allí un poco más de imaginación y nuestro santo llegó a ser el santo de los enamorados.
Un dato interesante
¿Sabías que el Concilio Vaticano II reorganizó el calendario litúrgico y eliminó la fiesta de San Valentín? Sí, y hoy la reemplaza la fiesta de San Cirilo y San Metodio, copatronos de Europa.
Aunque estamos seguros de que existieron tres santos Valentín que fueron martirizados por amor a Cristo, poco hay seguro sobre sus verdaderas vidas. Por ello la Iglesia ha reemplazado su fiesta.
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