¡Misión “Salvando a Jesús”!: La historia de un hombre, la Eucaristía y un huracán

El canal de noticias católico EWTN compartió en su cuenta de Facebook una historia conmovedora y llena de devoción a la Sagrada Eucaristía.

Esta es la historia de un hombre llamado “Elmer” y de cómo no pudo quedarse tranquilo con su familia sabiendo que, a kilómetros de donde se encontraban, una iglesia estaba a merced del huracán Dorian, ocurrido desde el 24 de agosto hasta el 7 de septiembre.

La caída de la iglesia y el comienzo del viaje

El huracán Dorian fue uno de los más fuertes que afectaron el norte de las Bahamas en toda su historia. Tenía una velocidad aproximada de 298 kilómetros por hora y dejó a 70 mil personas sin hogar.

Una de las infraestructuras que sufrió con este fenómeno fue la iglesia Saint Mary & Andrew, ubicada en Treasure Cay, Bahamas. Pronto las noticias reportaron cómo gran parte de la iglesia fue destruida.

Elmer, quien había evacuado a tiempo a su familia y las mantuvo a salvo del huracán, no podía quedarse tranquilo. Su familia compartía la sensación de que podían hacer algo por la Eucaristía que se encontraba en dicha iglesia destruida.

¡Para ellos, el Señor aun se encontraba entre esos escombros! Apoyado por los suyos, Elmer decidió viajar y dirigirse a dicha iglesia para poder salvar a Jesús Eucaristía.

“Señor, sé que estas ahí”

Según narró su historia a EWTN, Elmer llegó a la iglesia y la encontró destrozada. Mientras recogía los escombros y buscaba desesperado, le oraba a Dios: “Señor, sé que estás ahí. Por favor, hazme encontrar una manera para salvarte y enséñame a no perder la esperanza”.

Si bien Elmer encontró la custodia y adentro la Eucaristía, lamentablemente el agua salada había entrado en los copones, y las hostias se encontraban con hongos.

A pesar de eso, Elmer no perdió la reverencia a la Eucaristía. Lo llevó a un Arzobispo cercano, y consiguió un permiso por su parte para que pueda disponer apropiadamente y de manera respetuosa de ella. 

Te compartimos algunas fotos de la iglesia y la Eucaristía encontrada