El sacerdote Ryan Hilderbrand de Huntingburg, Indiana, Estados Unidos, publicó recientemente en su cuenta de Twitter una extraña pero tierna revelación:

“Siempre viajo con mi alzacuellos puesto por una promesa que le hice a un sacerdote en su lecho de muerte.

Durante una escala que hice en Atlanta, confesé durante 3 horas seguidas en la zona para fumadores del aeropuerto. Fue increíble”.

Asimismo compartió la publicación de otro sacerdote que vivía algo similar cuando viajaba. La publicación era del Padre Brad Doyle, de Baton Rouge, Los Ángeles, Estados Unidos.

En este decía:

“Viajar con mi alzacuellos puestos es una de mis cosas favoritas, ¡pero mejor debes ser alguien extrovertido si lo piensas hacer!”.

El mundo necesita de sacerdotes. Entre más visibles y reconocibles mejor ¡Oremos por la fidelidad y el trabajo de nuestros sacerdotes!

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