El Padre Adolfo tiene un consejo: si estas ayunando por el simple hecho de ayunar, entonces, no lo hagas; pues te estarías perdiendo de lo valioso que es hacerlo con un propósito.

Según el sacerdote, el ayuno debe tener un objetivo. Según la Iglesia, debemos hacer una penitencia interior, y esta nos debe llevar a Dios.

Por ejemplo, el Padre Adolfo indica que si ayunas para bajar de peso, entonces no vale la pena. Pero hacer ayuno para poder tener un mayor dominio de ti mismo para estar más cerca de Él, entonces lo vale totalmente.

Privarte de los alimentos con oración es donarte a Dios, sacrificar las cosas que más te gusten para estar cerca de Él, estarías comenzando un camino de conversión.

Finalmente, si se ayuna, se ora y se da limosna, la conversión en Dios tiene un sentido caritativo. Te viertes en los demás, amas a los demás, como Dios te está amando a ti.

Por ende, si estas privándote de los alimentos solo por hacerlo, si estas orando por obligación o si estas ayudando a los demás sin pensar en ellos, mejor no lo hagas. Porque se tiene que hacer todas esas cosas por un propósito: llegar a Dios.

Aquí puedes escuchar al sacerdote y obtener unos consejos por si quieres ayunar esta Cuaresma:

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