Este sacerdote se sintió rechazado por Dios y esto fue lo que hizo

No es raro encontrarse con amigos que dicen estar en un “desierto espiritual”. Esa sensación de que Dios no te escucha y que, al parecer, se olvidó de ti. En esos momentos uno se siente muy solo y rechazado.
El Padre Goyo, un sacerdote español conocido por compartir historias conmovedoras y divertidas de su labor pastoral, sufrió esta sensación al iniciar sus estudios teológicos. Compartió su experiencia en su cuenta de twitter:
“Si alguna vez te sentiste solo, rechazado, o sentiste que Dios te ha abandonado, entonces esta pequeña historia es para ti. Déjame compartirte una anécdota personal que espero te ayude a sentirte cerca de Jesús aun cuando sientas que a nadie le importas.
Cuando entré al seminario, era algo mayor comparado con los demás. Tenía 34 años mientras que ellos estaban entre los 24 y 27. Pero estaba lleno de alegría por empezar mi nueva vida. Por estudiar y aprender mucho, además soy extrovertido y me encanta conocer nuevas personas. Nunca me imagine lo que estaba por ocurrirme.
Todo comenzó bien, conocí a muchos amigos con quienes viviría 7 años juntos. Mis nuevos 100 compañeros. Nada más le da tanta energía a un extrovertido, pero después de pocos meses, me sentí la persona más sola en el mundo. Estaba solo y no sabía por qué, pero así era.
Es un sentimiento poderoso, en especial cuando vives con muchas personas. Me sentí como un extraño y odio admitir que me empezó a gustar esta sensación de tristeza. Me sentí muy solo y lo odiaba, pero mi lástima por mí me dominaba y me sentí un poco cómodo estando triste.
Simplemente no supe cómo, después de entregarme por completo, “Dios había permitido” que me pasara esto, como si Dios estuviese aburrido y decidiera entretenerse con mi sufrimiento. Esta idea equivocada tomó mi tristeza por un tiempo, me sentí olvidado y abandonado.
Solía llamar a mi mamá todo el día, llorando como un niño, buscando una excusa para retirarme, pero recuerdo que me dijo, “qué gran momento para vivir el amor a Jesús aun cuando no sientas nada”. Fue entonces que la oración tomó un nuevo e importante significado: ESPERANZA.
Entonces pasé muchos meses sintiéndome solo y rechazado. Pero algo sucedió. Después de un tiempo desarrollé un amor por Cristo que requería un completo y libre “Sí”, sin el dominio de mis sentimientos. Aprendí a amar a Dios aun cuando no lo sentía. Aun cuando me sentía como si fuese nada.
Entonces, si te sientes solo, rechazado, olvidado, abandonado, y que Dios se fue, no pierdas la ESPERANZA. No dejes que tus “sentimientos te hagan bullying” y te hagan pensar que eres nada para Dios, porque aun cuando te sientas en tus peores momentos, Él es tu mejor opción”.
Comentarios
¿The gusta ChurchPOP?
Recibe nuestro contenido inspirador en tu bandeja de entrada cada mañana, ¡GRATIS!
Como parte de este servicio gratuito, podría recibir ocasionalmente ofertas de EWTN News y EWTN. Nunca alquilaremos o venderemos su información y usted se puede desuscribir en cualquier momento.