Paul J Kijm es un católico orador profesional cuyo trabajo ayuda a inspirar a muchos a seguir a Cristo.

Él había pasado un tiempo en oración y reflexión sobre la misión que Dios le tenía encomendado. Este proceso fue acompañado por una comunidad franciscana. Al finalizar su discernimiento, descubrió que Dios lo llamaba al matrimonio.

En una ocasión, descubrió una foto tomada en aquellas épocas de conocimiento personal. En ella aparecían dos jóvenes que fueron catequizados por él: Mat y Megan, hermanos. Esta es la foto:

En su publicación se lee:

“Conocí a los hermanos Matt y Megan, en el  2008, en un campamento de verano católico, mientras estaba discerniendo como un hermano religioso con los @cfr_franciscans.

Pasaron 10 años y podrás ver claramente el sentido del humor y la misericordia de Dios en cada una de nuestras vidas y vocaciones.

Matt ahora es seminarista de la Arquidiócesis de Nueva York, Megan es hermana de los Siervos del Señor y la Virgen de Matará (SSVM), y soy un esposo y padre de familia que comparte el Evangelio como orador de tiempo completo y animador.

Los planes de Dios no siempre tienen sentido. A menudo han habido capítulos en mi vida en los que miraba hacia el cielo y decía: “¡¿En serio, Señor?”.

Pero en retrospectiva, he visto como la cita de Jeremías (29,11) se confirmaba una y otra vez. Dios es bueno. Él es de confianza.

Cuando Dios nos invita a sacrificar algo, es solo porque Él quiere bendecirnos a cambio, con más de lo que podríamos pedir.

Oremos por los tres, para que seamos fieles a lo que el Señor nos pide en cada una de nuestras vocaciones: volvernos santos a través de Su gracia. #catholic #vocation #saints #sinners”.  

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