El Padre Juan de Cáceres es un español que, antes de ser sacerdote, vivió unos 15 años alejado de la Iglesia.

Al terminar la secundaria, decidió estudiar leyes, pero no tuvo mucho éxito. Por eso, en el 2006, con 28 años de edad, abrió un bar en Santander, España.

El negocio fue próspero al principio, pero la crisis económica llegó a su país y perdió muchos clientes.

Además, la mayoría de sus amigos se había casado. Ellos dejaron de salir por las noches a divertirse y empezó a sentirse solo.

En estas circunstancias, un amigo lo convenció de asistir a reuniones de oración en su parroquia. Estas reuniones le acercaron a Dios y volvió a tener una relación con Él.

Acudió a la confesión, empezó a asistir a la Santa Misa y regresó a sus estudios universitarios.

Dios aún tenía más sorpresas para él. Dos años después de su conversión, Juan descubrió el llamado al sacerdocio.

Puso muchas excusas: dinero, trabajo, quería encontrar una buena mujer, pero nada de esto le llenaba el corazón, la insistencia de Dios fue más fuerte.

En el 2011 ingresó al seminario en Pamplona, y estudió ahí hasta el 2014. Regresó a Santander y se ordenó sacerdote ese mismo año.

El Padre Juan de Cáceres suele recordar, con gracia, que Dios lo preparaba para ser sacerdote desde que estaba en el bar, ya que ahí escuchaba a todos sus clientes y los acompañaba en sus dolores.   

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