Cuando pasamos por momentos muy difíciles, a veces perdemos de vista el horizonte y hasta caemos en desesperación.

Ante esto, el Papa Francisco nos dice que recordar el amor que Dios nos tiene es esencial, así como, traer a la mente que Nuestra Madre nunca nos abandona.

Para esos momentos de mucha angustia, el Papa nos recomienda orar a la Virgen Desatanudos, una de sus más queridas devociones:

Oración a la Virgen Desatanudos

Santa María, llena de la presencia de Dios:
durante los días de tu vida
aceptaste con toda humildad la voluntad del Padre,
y el Maligno nunca fue capaz de enredarte con sus confusiones.

Ya junto a tu Hijo intercediste por nuestras dificultades y,
con toda sencillez y paciencia,
nos diste ejemplo de cómo desenredar la madeja de nuestras vidas.

Y al quedarte para siempre como Madre nuestra,
pones en orden y haces más claros los lazos que nos unen al Señor.

Santa María, Madre de Dios y Madre nuestra,
Tú que con corazón materno desatas los nudos
que entorpecen nuestra vida,
te pedimos que recibas en tus manos
(pide aquí tu petición),
y que me libres de las ataduras
y confusiones con que hostiga el que es nuestro enemigo.

Por tu gracia, por tu intercesión, con tu ejemplo,
líbranos de todo mal, Señora Nuestra,
y desata los nudos que impiden nos unamos
a Dios, para que, libres de toda confusión y error,
lo hallemos en todas las cosas,
tengamos en Él puestos nuestros corazones
y podamos servirle siempre en nuestros hermanos.

Amén.

¡No caigas en la desesperación! Pide la intercesión de la Virgen Desatanudos.

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