ALERTA: Este artículo contiene spoilers.

Netflix ya estrenó la serie “El Mundo Oculto de Sabrina” (The Chilling Adventures of Sabrina) y todos hablan de ella.

Sin embargo, poco o nada tiene que ver con “Sabrina la bruja adolescente”, la popular serie de los ‘90s protagonizada por Melissa Joan Hart.

La nueva versión se basa en una obra de Archie Comics, escrita en el 2014 por Roberto Aguirre-Sacasa.

A diferencia de la antigua comedia, esta nueva serie profundiza en el terror, la magia negra y el demonio. En los diálogos se admite que la nueva Sabrina y sus familiares, son adoradores de Satanás, o como lo llaman en la serie: el Señor Oscuro.

Los diálogos incluyen expresiones como: “Alabado sea Satán” o “Por amor a Lucifer”, como alegoría a la expresiones cristianas que conocemos.

En el primer capítulo, una de las tías le indica a Sabrina que servir al Señor Oscuro es su deber sagrado y honor, luego reciben la visita de un personaje considerado el representante del demonio en la tierra.

En el capítulo 2 se representa el bautismo satánico de Sabrina, durante el que se invoca a Satanás como dios y en el capítulo 8 se indica que Satanás, a diferencia de Dios, acepta nuestras debilidades y carencias sin juzgarnos.

¡Que no te sorprendan!

Aunque la serie presente estos temas de manera ligera, el infierno, el demonio y el satanismo existen y cada vez ganan más adeptos.

Existen grupos muy activos como Satan Temple que tratan de difundir las misas negras en espacios públicos e incluso instalan estatuas dedicadas al demonio en lugares de uso común.

Hace pocas semanas, en Bartow, Florida, atraparon a dos niñas que guardaban cuchillos y se escondían en un baño. Las niñas confesaron que su intención era matar a la mayor cantidad de niños posibles, apilar los cuerpos en la puerta de su colegio, comer partes de sus cuerpos y luego suicidarse.

Las menores se autodenominaron satánicas, y declararon que su plan era pecar para llegar a estar con Satanás.

No es nuestra intención decir que por ver una serie te volverás una persona satánica. Sin embargo, al darle popularidad de una u otra forma se contribuye a difundir el satanismo como una religión más en el mundo.

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