Jeremiah Thomas murió el 26 de agosto. Solo tenía 16 años. Combatía contra un agresivo cáncer y cuando una organización le ofreció cumplir un deseo en medio de su enfermedad, conmovió a miles con su respuesta.

El último deseo de Jeremiah fue que el gobernador de Texas, Greg Abbott, le prometiera que el aborto será abolido en su estado.

Jeremiah sufrió un agresivo osteosarcoma, cáncer a los huesos prácticamente mortal. Desde su lecho, habló por teléfono con el gobernador Abbott y le pidió que el aborto terminase en Texas. El gobernador prometió que en la siguiente sesión legislativa tocarían el tema y dijo que “el deseo de Jeremiah está garantizado”.

Su padre anunció su fallecimiento en Facebook: “¡Guerrero caído! La batalla terminó y Cristo ganó”.

En una carta, su hermana resumió su vida: “Jeremiah, no solo viviste bien… moriste aún mejor. Luchaste hasta el final y no tengo palabras para describir la admiración que te tengo”.

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