Para muchos puede sonar descabellado el hecho que estos dos personajes tengan algo en común. Especialmente si se recuerda que uno de ellos es un teólogo católico del siglo IV y el otro un físico judío del siglo XX.

Pues, para algunos expertos, San Agustín pudo tener alguna noción sobre el concepto de “tiempo” similar al de Albert Einstein en su teoría de la relatividad.

Tanto el santo como el físico expusieron que el tiempo no es eterno. Que este nació cuando comenzó el universo. Comprender esto, es entender que hay una relación entre el espacio y el tiempo, según indican los expertos.

Ahora bien, es necesario decir que San Agustín no era físico. Y que su intención nunca fue generar un postulado científico sobre el espacio y el tiempo. Pero por sus estudios e inteligencia, pudo tener un indicio de que el tiempo nació con el universo.

Fue el genio Einstein, muchos siglos después, quien logró hacer un estudio riguroso al respecto. Y dar la teoría que conocemos hoy en día.

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