¿Recuerdas la iglesia suspendida entre el cielo y la tierra? Pues no es el único lugar con esas características en el mundo.

Cruzando el Mediterráneo se encuentra Meteora, un complejo de monasterios que deja sin aliento a miles de turistas.

Hacia el siglo XI, un grupo de sacerdotes católicos ortodoxos necesitaban encontrar un lugar pacífico para vivir, descansar, meditar y orar. Así llegaron a las llanuras de Tesalia, Grecia, donde encontraron peñascos gigantescos y abundantes cuevas.

Unos 300 años después empezaron a construir sus monasterios en las cimas de los peñascos. Llegaron a levantar 24 monasterios, varios de ellos acompañados por escaleras de cuerdas de varios kilómetros.

Fueron los pobladores quienes les dieron el nombre. Se hicieron conocidos como los “Monasterios de Meteora”, o monasterios suspendidos en el aire. Meteora viene del vocablo griego meteoros que significa “que está en el aire, en la atmósfera o el cielo”.

Sin embargo, aunque el objetivo de los monjes fue buscar paz y silencio, en el siglo pasado tuvieron todo lo contrario. En la Segunda Guerra Mundial, los nazis bombardearon el lugar persiguiendo a griegos rebeldes al régimen de Mussolini. Además, muchos soldados saquearon sus templos y se llevaron valiosas obras de arte que nunca devolvieron.

Actualmente solo quedan 6 monasterios en funcionamiento. En 1988 la UNESCO nombró a Meteora como Patrimonio de la Humanidad.

¿Te imaginas viviendo en un lugar como éste?

 

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