A los 12 años Matthew Talbot, o Matt como solían llamarlo sus amigos, comenzó a consumir licor. A los 16 años ya era alcohólico. Gracias a las oraciones de su madre abrazó la fe, superó sus adicciones y se convirtió en un modelo de obrero católico que podría ser santo.

Sus restos reposan en Dublín, Irlanda, y en su visita a esta ciudad, el Papa Francisco se detuvo a rezar ante ellos.

Matt nació en 1856. En su juventud se entregó al alcohol y al tabaco. Su adicción lo llevó al punto de querer venderlo todo para conseguir licor y emborracharse. Hasta que un día, dio un giro radical.

Dejó sus adicciones para llevar una vida ascética. Era obrero y practicaba la mortificación usando una cadena debajo de su ropa de trabajo. Rezaba el rosario todos los días, incluso mientras laboraba. Era muy humilde pero solía donar parte de sus ahorros a los sacerdotes que viajaban a China a evangelizar.

A sus 69 años, sufrió un ataque cardiaco fulminante en plena calle al volver de trabajar. Murió en 1925.

Es uno de los irlandeses más queridos por su testimonio de conversión y devoción. San Juan Pablo II lo declaró Venerable y solo se espera un milagro atribuido a su intercesión para que sea beato. Es popularmente considerado como patrono de los alcohólicos rehabilitados.

¿Conocías su historia? Pídele su intersección por algún amigo o familiar que esté luchando contra alguna adicción.

Comparte