La teología nos habla sobre la Ascensión del Señor a los Cielos y la Asunción de la Virgen María, pero ¿cuál es la diferencia? Aquí te la explicamos.

Asunción de la Virgen y Ascensión del Señor

Dentro de la Tradición de la Iglesia se tiene dos tipos de palabras que, a pesar de referirse a una misma acción, tienen formas distintas de escritura y diferentes significado.

Las palabras “Asunción” y “Ascensión”, por más similares que sean y por más que se refieran a la acción de ir al cielo en cuerpo y alma, tienen dos significados distintos ¿Por qué?

La diferencia está en el modo con el cuál se llega al cielo

Jesucristo es el Hijo de Dios hecho hombre, con ambas naturalezas: humana y divina. Cuando Él fue al cielo en cuerpo y alma al final de su vida terrena, Él lo hizo con su propio poder. Jesús mismo fue el agente activo del milagro. Jesús ascendió al cielo por sí mismo y por eso hablamos de la Ascensión del Señor.

En cambio María es una criatura de Dios, dependiente enteramente de Su gracia para todo. Ella no fue al cielo con su propio poder, sino que fue llevada al cielo por Dios. Es decir, fue el agente pasivo del milagro. María fue asunta al cielo y por ello hablamos de la Asunción de la Virgen.

La teología católica generalmente es muy cuidadosa con estas palabras. Hay que tener en cuenta que pequeñas diferencias en terminología pueden tener enormes implicaciones en cuanto a su real significado: Ascensión del Señor y Asunción de la Virgen.

¡Bendita sea la Santísima Virgen María y que desde el cielo siga intercediendo por nosotros!

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