Puedes creer o no que hay un antiguo Plesiosaurio viviendo en el famoso Lago Ness en Escocia. Pero si no está, tal vez sea porque fue derrotado por un poderoso santo en el siglo VI.

Las más antiguas menciones al monstruo del Lago Ness llegan a nosotros a través de la vida de San Columba. San Columba es honrado como uno de los Doce Apóstoles de Irlanda; además predicó el Evangelio, fundó monasterios y fue conocido por sus milagros. Mucho de lo que sabemos de él llega a nosotros a través de una biografía escrita en el siglo VII, casi un siglo después de su muerte.

En dicha biografía, una sección sobre sus milagros contiene una curiosa viñeta titulada “De cómo un monstruo acuático fue expulsado por virtud de la oración de este santo hombre”. (capítulo 28)

Columba estuvo viajando con algunos compañeros, menciona el biógrafo, cuando llegaron a las orillas del Lago Ness y notaron que algunas personas estaban enterrando a un hombre muerto. Cuando preguntaron por lo sucedido les explicaron que aquel hombre fue asesinado por un monstruo marino.

Sin mostrar el menor rasgo de miedo, Columba le pidió a uno de sus seguidores que nadara por la rivera y le trajera un bote. El hombre obedeció.

Fue en ese momento en el que el monstruo apareció:

“Pero el monstruo”, explica la biografía, “yacía en el fondo del arroyo, y cuando sintió el movimiento del agua por el hombre que nadaba, repentinamente apareció y, lanzando un espantoso rugido, se lanzó tras él con la boca abierta, mientras el hombre nadaba en medio del arroyo”.

¿Y qué hizo el santo?

“Al ver esto el bendito hombre levantó su santa mano mientras que todos los demás, hermanos y extranjeros, estaban aterrados; e invocando el nombre de Dios, formó la señal salvadora de la cruz en el aire y desafió al feroz monstruo diciendo: ‘No irás más lejos, ni tocarás al hombre ¡Retrocede a toda velocidad!”.

¡Y funcionó! “Entonces, a la voz del santo, el monstruo quedó aterrado, y huyó más rápido que si lo hubiesen tirado con cuerdas…”

¡Wow! Todos, incluyendo los paganos que fueron testigos del hecho, comenzaron a alabar a Dios por su inmenso poder.

Los santos son geniales ¿Verdad?

Y bueno, si crees en esta historia o no es tu decisión. Pero siempre debemos recordar que el poder de Dios está por encima de todos, incluyendo a los animales que aún no han sido descubiertos.

Puedes leer más (en inglés) sobre la vida de San Columba en este artículo del National Catholic Register.

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