Un incensario es una vasija suspendida por cadenas, que se utiliza para quemar incienso durante la Santa Misa y otros oficios importantes de la Iglesia.
Por lo general es lo suficientemente pequeño como para ser usado por una sola persona (incluso un niño), pero en la Catedral de Santiago de Compostela en España, catedral dedicado al apóstol Santiago Mayor, quisieron llevar el incensario a otro nivel.
El “Botafumeiro”, nombre gallego con el que se conoce a este gran incensario, mide 1.5m de altura y pesa 53 kilos. Para ser utilizado, es elevado a 20 metros de altura alcanzando una velocidad de 70km/h.
Su origen
Fue construido en 1554 gracias a una ofrenda del rey Luis XI de Francia. El original fue de plata, pero fue robado a mediados del siglo XIX. Afortunadamente fue reemplazado, pero ahora es de latón, ligeramente recubierto de plata.
Algunos accidentes
Su gran tamaño y su difícil uso han provocado algunos accidentes. Así ocurrió en los años 1622 y 1937 cuando la cuerda que sostenía el “Botafumeiro” se rompió y el gran incensario salió volando por la Puerta de Platerías. Afortunadamente, en ninguna ocasión hubo víctimas por el desprendimiento.
Así se usa
Primero, el “Botafumeiro” se amarra a una cuerda de unos 60 metros de longitud. Esta cuerda es sostenida por los tiraboleiros, personas encargadas de tirar de la cuerda cuando el botafumeiro está a un metro del suelo.
De esta manera logran su famoso y extraordinario movimiento. La precisión en su uso es tal que, en su punto más alto, el “Botafumeiro” está a solo un metro del techo de la Catedral.
Benedicto XVI y el Botafumeiro
El año 2010, Benedicto XVI visitó la Catedral de Santiago de Compostela y pudo ver el impresionante “Botafumeiro” en funcionamiento mientras escuchaba el himno del Apóstol Santiago.
Cuando el gran incensario comenzó a elevarse, su Santidad quedó maravillado y por la expresión en su rostro podemos deducir que también le pareció muy divertido.
¿Quieres visitar Santiago de Compostela para ver el Botafumeiro?
Antiguamente este singular incensario era usado todos los domingos en la Misa del mediodía, pero actualmente solo puede ser apreciado únicamente en doce ocasiones durante el año, como por ejemplo el día de Santiago Apóstol.
El motivo de este recorte de fechas es para concienciar a las personas: el “Botafumeiro” sigue siendo un elemento de uso litúrgico y no un mero espectáculo.