El mes de noviembre está dedicado a las almas del Purgatorio. Conoce estas 7 formas prácticas para orar por tus seres queridos que ya partieron al encuentro de Dios.

La práctica de orar por los difuntos está arraigada en las Escrituras y sigue siendo un pilar en la espiritualidad católica (no solo en noviembre, sino todos los días). 

Según indica el Catecismo de la Iglesia Católica,

“Los que mueren en la gracia y en la amistad de Dios, pero imperfectamente purificados, aunque están seguros de su eterna salvación, sufren después de su muerte una purificación, a fin de obtener la santidad necesaria para entrar en la alegría del cielo” (CIC 1030)

El Purgatorio no es una segunda oportunidad para que las almas se arrepientan. En cambio, es un estado de purificación para aquellos destinados al Cielo.

¿Por qué oramos por las Almas Santos en el Purgatorio?

En resumen, ¡porque nuestras oraciones les ayudan!

San Juan Vianney dijo,

“Consideremos entonces... la magnitud de los sufrimientos que las almas en el Purgatorio padecen; y los medios que tenemos para mitigarlos: nuestras oraciones, nuestras buenas obras y, sobre todo, el santo sacrificio de la Misa”. 

Hay muchas maneras de orar por las almas en el Purgatorio, te mostramos siete opciones para que realices este mes y a lo largo del año:

1. Haz un ofrecimiento por las almas en el Purgatorio

¡Puedes ofrecer mortificaciones a lo largo de tu día para la purificación de las almas en el Purgatorio! Por ejemplo, puedes prescindir de la crema en tu café, contener la lengua cuando sientas la tentación de chismear o ayunar de las redes sociales los domingos, por nombrar algunos.

2. Reza la Coronilla de la Divina Misericordia

Jesús enseñó esta coronilla a Santa Faustina Kowalska, una religiosa polaca, cuyas sorprendentes experiencias espirituales han tenido un impacto duradero en la Iglesia Católica.

Jesús le dijo en una visión que quien la recite recibirá gran misericordia a la hora de la muerte:

“Alienta a las personas a decir la Coronilla que te he dado. (…) Quien la recite recibirá gran misericordia a la hora de la muerte. Los sacerdotes la recomendarán a los pecadores como su último refugio de salvación. Aún si el pecador más empedernido hubiese recitado esta Coronilla al menos una vez, recibirá la gracia de Mi infinita Misericordia. Deseo conceder gracias inimaginables a aquellos que confían en Mi Misericordia”.

Puedes encontrar una guía para rezar la Coronilla de la Divina Misericordia aquí.

3. Reza el Oficio de los Difuntos.

El Oficio de los Difuntos es un ciclo de oración de la Liturgia de las Horas, dicha por el reposo del alma de una persona o grupo de personas fallecidas.

Puedes encontrar una guía de cómo rezarla aquí.

4. Solicita que se ofrezca una Misa

Puedes pedir que se ofrezca una Misa por el descanso de un familiar o amigo. Además, puedes ofrecer tu comunión por las almas en el Purgatorio. ¡Qué regalo tan increíble!

5. Agrega la Oración por los Difuntos en tu oración diaria

V/. Concédele Señor, el descanso eterno.

R/. Y brille para él la luz eterna.

V/ . Su alma y las de todos los fieles difuntos descansen en paz, por la misericordia del Señor.

R/. Amén.

6. Visita un cementerio y ora por los difuntos

¡Orar por los difuntos es una obra de misericordia espiritual! Tómate el tiempo para visitar las tumbas de tus seres queridos o incluso de desconocidos. Hay muchas almas por las que nadie ora.

7. Reza la oración de Santa Gertrudis por las almas en el Purgatorio

Se dice que esta poderosa oración puede liberar a 1,000 almas del Purgatorio. 

“Padre eterno, te ofrezco la preciosísima Sangre de tu Divino Hijo Jesús, en unión con las Misas celebradas hoy a través del mundo, por todas las benditas ánimas del purgatorio, por todos los pecadores del mundo. Por los pecadores en la iglesia universal, por aquellos en mi propia casa y dentro de mi familia. Amen”.

Al orar por los fieles difuntos, me viene a la mente esta poderosa cita del Venerable Fulton Sheen:

“Al entrar en el cielo, los veremos, muchos de ellos vendrán hacia nosotros y nos darán las gracias. Les preguntaremos quiénes son y dirán: una pobre alma en el Purgatorio por la que oraste”.
Comparte