La bendición del hogar era una tradición común entre los católicos, sin embargo, muchos han dejado de hacerlo. Si tu casa no está bendecida, conoce esta historia y descubrirás por qué es importante.
La siguiente narración fue compartida por el sacerdote exorcista, Mons. Stephen Rossetti, en su blog Diario de un Exorcista.
El poder de la bendición del hogar y los sacramentales para alejar a los demonios
“Julia” creció en una buena familia católica.
Se fue a la universidad y comenzó a salir con un joven que estaba muy comprometido con el ocultismo. Ella participó en estos rituales y también cayó en otros comportamientos pecaminosos.
Por la gracia de Dios, entró en contacto con un dinámico grupo de jóvenes católicos en la Universidad y cambió su vida. Rompió con su novio.
Comenzó a asistir a misa y se confesó. Las cosas estaban mejorando.
Unos meses después de su conversión, se despertó una mañana con horribles marcas en la espalda. Parecía que una bestia le había pasado las garras por la espalda.
Los demonios comenzaron a atacarla. La acosaron y violentaron todas las noches. Tenía dificultades para entrar en una iglesia o ir a misa. Sabía que su pasado había vuelto para atormentarla.
Dos de sus amigas de la Universidad querían ayudar. Habían entrado en su habitación por la noche y podían ver lo que estaba sucediendo. Decidieron dormir en su habitación y ser un apoyo durante los ataques demoníacos.
Desafortunadamente, estas jóvenes, aunque bien intencionadas, no estaban preparadas espiritualmente para lo que encontraron.
Una cayó en el abuso de drogas y la promiscuidad sexual, y poco después abandonó la Universidad. La otra se llenó de rabia, amenazó con suicidarse y ella también abandonó la Universidad. La familia de Julia la refirió a un exorcista que inició el Rito.
Julia notó que cuando fue a casa con su familia, los demonios no entraron al hogar.
El Padre explicó que su casa había sido bendecida; estaba lleno de sacramentales, incluidos crucifijos, estatuas sagradas y, a menudo, rociada con agua bendita. Los padres eran católicos fervientes.
Efesios 6 dice: “Ponte la armadura de Dios para que puedas mantenerte firme contra las tácticas del diablo”. Estas dos jóvenes no estaban preparadas. Los padres lo estaban.
La fe en Dios y Jesucristo son la armadura que nos protege. A medida que la fe se desvanece en estos días seculares, me preocupa que nuestros hogares y familias no estén protegidos.
A medida que la fe se desvanezca en nuestra mundo, ¿Qué será de ellas?
¡La bendición del hogar y los sacramentales son muy efectivos!
Este artículo fue traducido y adaptado de Exorcist Diary.