¿El miedo al fracaso te ha impedido alcanzar tus metas espirituales? Aquí tienes razones por las que no tiene que ser así 🙌
En este episodio del podcast “The Catholic Gentleman”, John Heinen, Devin Schadt y Sam Guzman abordan una de las preguntas más buscadas en Google: ¿Cómo dejo de fracasar? Explican cómo transformar nuestra visión del fracaso y afrontarlo con valentía y fe, desde la identidad de un hijo de Dios.
El verdadero significado del fracaso
¿La duda en ti mismo te impide convertirte en la persona que Dios quiere que seas? La cultura moderna distorsiona el significado del fracaso, reduciéndolo a un obstáculo para el éxito o a algo que simplemente debemos soportar. Sin embargo, Heinen señala:
"Ambas visiones pierden de vista la verdadera profundidad de por qué tememos al fracaso en primer lugar".
El único fracaso real es no actuar. Si aprendemos a abrazar el fracaso, podremos adquirir sabiduría, experiencia y, en última instancia, madurez espiritual.
El orgullo nos frena
El perfeccionismo y la comparación pueden impedirnos salir de nuestra zona de confort espiritual.
"Si no enfrentamos nuestras limitaciones" por miedo a parecer débiles o incapaces, explica Schadt, "quedamos atrapados en nuestro propio orgullo".
Recuerda que la vida cristiana nos llama a confiar en el plan de Dios, no a tratar desesperadamente de controlar cada resultado.
Usa el fracaso para crecer
Los santos comprendieron que el fracaso es una herramienta para el crecimiento espiritual.
"Lo que más amamos es lo que nos inspira a actos de valentía. Los santos experimentaron las mismas emociones que todos nosotros. A veces sintieron miedo, a veces frustración, pero el amor intenso en sus corazones los impulsó hacia Dios", dice Guzman.
Cuando entregamos nuestros miedos y confiamos en Dios, Él puede usar incluso nuestros fracasos para Su gloria.
Los presentadores afirman que cada dificultad y cada revés pueden convertirse en una oportunidad para una conversión más profunda, si dejamos que Dios obre a través de ellos.