Cuando la mayor de sus hijas tenía 9 años, Amy Karney, madre de 9 hijos e influencer católica, recibió una sorprendente noticia, su pequeña quería seguir la vida religiosa. La confianza en los planes de Dios de esta familia se ha vuelto viral.
En su perfil de Instagram, Amy compartió un video donde muestra fotos de su hija mayor, desde que era solo una niña, hasta la actualidad, donde viste con orgullo su velo blanco, luego de hacer sus votos temporales en España.
“Mientras ella sea feliz y viva la vocación a la que el Señor la ha llamado, yo estaré feliz. Todo es gracia”, señaló en la publicación.
Estas son las frases que acompañan el video:
“Mami, creo que quiero ser una hermana religiosa cuando sea grande…
Oh, cariño. Estaremos felices mientras siempre hagas lo que el Señor te pida en la vida.
Tú 'sí' será también mi 'sí'”.
El video rápidamente se volvió viral, logrando más de 3 millones de reproducciones y más de 108 mil me gusta.
Frente a los comentarios sobre cómo la pareja pudo aceptar el llamado a la vida religiosa de su hija, Amy resaltó en un video que Dios da la gracia necesaria para llevar cada reto que pone en nuestras vidas.
“Todos los hijos en realidad no nos pertenecen; pertenecen al Señor. Solo se nos confía su cuidado.
Si tu hijo cree que tiene una vocación a la vida religiosa, apóyalo. El Señor te bendecirá y te dará la gracia para afrontarlo.
Si tienes una vocación y te preocupa cómo lo tomarán tus padres, no te preocupes. Una de nuestras hermanas favoritas, la Hermana Clare Crockett, recibió esta pregunta mientras vivía: ‘¿No te preocupa la familia que dejaste atrás?’ Ella respondió: ‘Sé y confío en que si yo cuido de las cosas del Señor, Él cuidará de las mías.’ ¡Y lo hará! Él se encargará. Será desafiante, pero al final todo se resolverá.
Padres, el sacrificio de ellos también requiere su sacrificio. Ofrézcanle al Señor su sufrimiento y lágrimas. ¡Luego, regocíjense! ¡Qué honor y bendición!
Además, padres, oren por más vocaciones. Y recuerden, si viene de su hogar, ¡es algo bueno! Debemos enseñar a nuestros hijos a orar y estar abiertos a su vocación. Necesitamos más sacerdotes y religiosas santos en este mundo. Solíamos tener muchos más rezando por todos nosotros. Con el estado del mundo actual, diría que definitivamente necesitamos más.
¡Todo es gracia!”.