El bloguero Luis Diego Carranza, mediante su espacio virtual Lumen Media, habló de uno de los temas que, a pesar de ser conocido por muchos, no se suele hablar porque podría herir la susceptibilidad de algunos: los grupos parroquiales son usados para conseguir pareja.

¿Qué hay de malo en esto?

Pues, que no se está usando el grupo para lo que fue formado. Un grupo que se diseñó para conocer a Cristo en comunidad se usa para que chicos y chicas encuentren alguna “pareja de turno”.

Carranza nota 3 tipos de personas en esta moda:

  • Chiquillo del grupo: Busca una pareja en el grupo parroquial porque ellas son “santas” o “niñas buenas”.
  • Chiquilla del grupo: Busca una pareja en el grupo parroquial porque ahí puede estar el “príncipe azul” que Dios le tiene preparado.  
  • Mal coordinador de grupo: Este sería el peor de los tres, pues utiliza su autoridad y conocimientos para atraer a las chiquillas de su grupo parroquial.

Consecuencias

Esta situación no es tan leve como se podría creer por dos razones:

  1. En muchos momentos de vulnerabilidad, donde los miembros del grupo tienen al reconectarse sinceramente con Dios, son a veces mal interpretados como momentos románticos con algún hermano o hermana de su comunidad.
  2. Se pierden personas que entraron a un grupo parroquial con la intención sincera de acercarse a Dios. Estos se topan con un grupo de personas con ansiedad de tener pareja que podrían llegar a desvirtuar su búsqueda.

Finalmente, Carranza reflexionó que empezar una relación seria no es algo que debe tomarse a la ligera. Se debe procurar una madurez emocional antes de empezar a amar a alguien. Así como un trabajo y futuro lo más estable posible.

¡Aquí te compartimos el video!

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