Frente a la creciente popularidad de “Las Guerreras K-Pop”, el sacerdote franciscano Padre Mark-Mary Ames señaló que esta película animada puede convertirse en una oportunidad para evangelizar a los niños.
En un video de Ascension Presents, titulado “A Catholic Take on KPop Demon Hunters”, el sacerdote ofrece una mirada distinta a la popular película de Netflix, estableciendo un vínculo entre su mensaje y nuestra relación con Dios.
En el video, el padre Mark-Mary, sacerdote de los Franciscanos de la Renovación, ofrece su opinión sincera sobre la película y plantea conexiones que resultan especialmente llamativas para los padres de familia.
Como madre, esta reflexión me pareció particularmente interesante, ya que me preocupé cuando mi hija de nueve años me pidió ver la película. Por lo general, cualquier cosa que tenga la palabra “Demon” (Demonio) en el título suele ser un rotundo no para mí.
(Cabe precisar que el título original en inglés de “Las Guerreras K-Pop” es “KPop Demon Hunters”, que puede traducirse de manera literal como “Cazadoras K-Pop de Demonios”).
La descripción del video adelanta el enfoque del sacerdote con estas palabras:
“El autoconocimiento y la autoaceptación son temas importantes de la película, pero el padre Mark-Mary nos recuerda que no termina ahí. Dios nos invita a llevar nuestra fragilidad ante el Señor y a dejar que Él camine con nosotros en las partes más difíciles de nuestra historia”.
Al inicio del video, el padre Mark-Mary reconoce que existen razones válidas para que algunos consideren cancelar por completo su suscripción a Netflix. Sin embargo, señala que esta película, en particular, puede abrir una oportunidad pastoral para los padres.
“Abre la puerta a una conversación, a una forma de introducir el Evangelio a tus hijos”, afirma.
No obstante, el sacerdote hace una advertencia clara: pide a los padres que revisen la película y su banda sonora por sí mismos antes de mostrársela a sus hijos. Después de todo, recuerda, los padres son los principales expertos en sus propios hijos.
El padre Mark-Mary explica que uno de los temas de esta película es el énfasis en el autoconocimiento y la importancia de sacar a la luz lo que llevamos dentro, incluso aquello que resulta incómodo.
“Creo que esta es una oportunidad realmente hermosa para que los padres conversen con sus hijos y les pregunten —y les den permiso— para traerles cualquier experiencia de vida, cualquier herida, cualquier cosa que esté pasando dentro de ellos… para que sepan que pueden traerlo a ustedes, que ustedes pueden manejarlo”, dice el padre Mark-Mary.
Además, anima a los padres a dialogar con sus hijos sobre la manera en que Jesús se encontró con personas que experimentaban vergüenza, dolor o sufrimiento. Hace referencia a pasajes del Evangelio en los que Jesús realmente sale al encuentro de las personas tal como son, como la mujer sorprendida en adulterio y la mujer del pozo. También menciona la Parábola del Hijo Pródigo.
Otro de los temas presentes en “Las Guerreras K-Pop” es la experiencia de no sentirse visto ni reconocido por quien uno es realmente.
“Nunca he tenido un padre, nunca he tenido una madre. Estoy aquí solo en este mundo tratando de resolverlo todo por mí mismo”, explica el sacerdote, al tratar de describir este sentimiento.
Frente a esta realidad, el padre Mark-Mary comparte un poderoso mensaje para quienes han vivido situaciones similares:
“Hermanos y hermanas, Cristo ha venido para hacernos hijos e hijas. Cristo ha venido para amarnos, para traernos al Padre y llevarnos al Padre en la totalidad de nuestra historia. No hay partes de nuestra vida, de nuestro corazón, en las que tengamos que estar completamente solos… tratando de resolverlo todo por nuestra cuenta”.
El sacerdote señala que muchas veces está profundamente arraigada la idea de que lo mejor en estas situaciones es guardar silencio y ocultar partes de nuestra historia. En cambio, anima a los padres a transmitir a sus hijos el mensaje de que pueden acudir a ellos y, sobre todo, llevar incluso los aspectos más difíciles de su vida a Cristo.
Finalmente, el padre Mark-Mary concluye que, si bien no es indispensable ver esta película, sí ofrece una gran oportunidad para abrir una conversación con los hijos.
