Un detalle poco conocido es que la corona de la Virgen de Fátima alberga la bala que estuvo a punto de acabar con la vida de San Juan Pablo II.

El 13 de mayo de 1981, día que se recuerda las apariciones de la Virgen de Fátima, el Papa Juan Pablo II se encontraba recorriendo la plaza de San Pedro en el papamóvil cuando fue herido de gravedad por los disparos del turco Mehmet Alí Agca.

El santo padre permaneció varios meses internado en el Hospital Gemelli mientras se recuperaba.

Luego de este atentado, la devoción del Pontífice por la Virgen de Fátima creció. El mismo San Juan Pablo II señaló que cuando fue alcanzado por la bala no se había dado cuenta de que ese día se celebraba la fiesta de esta advocación mariana.

Fue su secretario personal, Cardenal Stanislaw Dziwisz, quien le hizo notar este detalle luego de su operación.

Según indica ACI Prensa,

"Fueron cuatro balas las que alcanzaron a San Juan Pablo II, dos de ellas se alojaron en su intestino, otra impactó en su brazo derecho y la cuarta bala en la mano izquierda".

Dos años después del atentado, el pontífice visitó a Ali Agca, a quien perdonó.

El turco señaló que no entendía como San Juan Pablo II sobrevivió, porque él sabía que apuntó "el arma como debía y sé que la bala era devastadora y mortal".

En 1984, el Papa formalizó su devoción a la Virgen de Fátima, y en forma de agradecimiento, donó al Santuario de Fátima la bala que casi le causa la muerte.

Ellos engarzaron el proyectil a la corona de la Virgen, un detalle que aún se puede observar en la imagen de la Madre de Dios.

¡Esta es la fotografía de la corona con la bala que hirió a San Juan Pablo II!

Créditos: Flickr (CC BY-NC-SA 2.0 DEED)

¡Nuestra Señora de Fátima, protégenos de todo peligro!

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