En la Audiencia General del 26 de enero de 2022, el Papa Francisco reflexionó sobre San José y cómo este santo pudo hacer lo correcto aún cuando el miedo lo paralizaba. Para seguir su ejemplo, el Santo Padre nos invita a rezar esta oración.
¿Quiere comenzar a rezarle a San José? El Papa Francisco recomienda esta oración
“En la vida todos nosotros experimentamos peligros que amenazan nuestra existencia o la de los que amamos. En estas situaciones, rezar quiere decir escuchar la voz que puede hacer nacer en nosotros la misma valentía de José, para afrontar las dificultades sin sucumbir”, dijo el Papa Francisco.
“Dios no nos promete que nunca tendremos miedo, sino que, con su ayuda, este no será el criterio de nuestras decisiones”, añadió.
“José siente el miedo, pero Dios lo guía también a través de él. El poder de la oración hace entrar la luz en las situaciones de oscuridad”.
Luego, el Papa Francisco continuó: “Muchas veces la vida nos pone delante de situaciones que no comprendemos y parece que no tienen solución. Rezar, en esos momentos, significa dejar que el Señor nos indique cuál es la cosa justa para hacer. De hecho, muy a menudo es la oración la que hace nacer en nosotros la intuición de la salida, cómo resolver esa situación”.
“El Señor nunca permite un problema sin darnos también la ayuda necesaria para afrontarlo”, enfatizó el Santo Padre y aclaró “no nos arroja allí en el horno solos, no nos arroja entre las bestias. No. Cuando el Señor nos deja ver un problema nos da siempre la intuición, la ayuda, su presencia para salir, para resolverlo”.
“Pienso en este momento en muchas personas que están aplastadas por el peso de la vida y ya no logran ni esperar ni rezar. Que San José pueda ayudarles a abrirse al diálogo con Dios, para reencontrar luz, fuerza y paz”, concluyó el Papa Francisco.
Oración
“San José, tú eres el hombre que sueña,
enséñanos a recuperar la vida espiritual
como el lugar interior en el que Dios se manifiesta y nos salva.
Quita de nosotros el pensamiento de que rezar es inútil;
ayuda a cada uno de nosotros a corresponder a lo que el Señor nos indica.
Que nuestros razonamientos estén irradiados por la luz del Espíritu,
nuestro corazón alentado por Su fuerza
y nuestros miedos salvados por Su misericordia. Amén”
¡San José, ruega por nosotros!