Hemos visto, con toda seguridad, la imagen de Cristo en la agonía del huerto, y a su lado hay un ángel que lo consuela. ¿Quién es este ángel que consoló a Jesús?

El ángel que consoló a Jesús en Getsemaní

De los tres Evangelios, solo el de San Lucas (22, 43) menciona el pasaje del ángel que acudió a Cristo. El evangelista dice:

“Después se alejó de ellos, más o menos a la distancia de un tiro de piedra, y puesto de rodillas, oraba: ‘Padre, si quieres, aleja de mí este cáliz. Pero que no se haga mi voluntad, sino la tuya‘.

Entonces se le apareció un ángel del cielo que lo reconfortaba. En medio de la angustia, él oraba más intensamente, y su sudor era como gotas de sangre que corrían hasta el suelo”.

Este pasaje del Evangelio afirma que un ángel consoló a Jesús pero no sabemos quién era.

Si bien La Biblia no nos dice más, dos místicas católicas tuvieron revelaciones privadas de la Pasión y narran sus visiones sobre la agonía en el huerto.

Las revelaciones privadas

La beata Ana Catalina Emmerick, en la obra Visiones y Revelaciones Completas, Tomo 4, Libro I, menciona algo sobre este ángel.

Yo vi un ángel bajar hacia Jesús; era mayor, mucho más parecido a un hombre que los que había visto antes. Estaba vestido como un sacerdote, y traía en sus manos un pequeño cáliz semejante al de la Cena; en la boca de este cáliz se veía una cosa ovalada del grueso de una haba, que esparcía una luz rojiza. El ángel sin bajar hasta el suelo, extendió la mano derecha hacia Jesús, que se enderezó; le metió en la boca este alimento misterioso, y le dio de beber en el pequeño cáliz luminoso. Después desapareció“. (P. 56)

Otra mística como fue la venerable Sor María de Jesús Agreda, en su conocida Mística Ciudad de Dios cuenta su visión de la agonía del huerto:

“Y para el lleno de este divino decreto, estando Su Majestad en la agonía de su oración, tercera vez envió el Eterno Padre al Santo Arcángel Miguel, que le respondiese y confortase por medio de los sentidos corporales, declarándole en ellos lo mismo que el mismo Señor sabía por la ciencia de su santísima alma, porque nada le pudo decir el Ángel que el Señor no supiera ni tampoco podía obrar en su interior otro efecto para este intento.

Pero,  (…) tenía Cristo nuestro bien suspendido el alivio que de su ciencia y amor podía redundar en su humanidad santísima, dejándola, en cuanto pasible, a todo padecer en sumo grado, como después lo dijo en la cruz.

Y lo que le dijo San Miguel de parte del Padre Eterno fue representarle e intimarle en el sentido que no era posible, como Su Majestad sabía, salvarse los que no querían ser salvos.” (Inciso 1216)

Y el ángel luego le recordó muchos santos que “en su amor, y obrarían cosas admirables para ensalzar el santo nombre del Altísimo”.

Lo único que podemos afirmar con certeza es que el Padre envió un ángel a consolar a Cristo, pero su identidad nos es desconocida. 

Como toda revelación privada, ningún católico tiene la obligación de creer en ella y se debe proceder con prudencia. Siempre el criterio para aceptar las supuestas revelaciones es que jamás contradigan los Santos Evangelios, la Tradición y el Magisterio de la Iglesia.

Esperamos que te haya interesado, ¡déjanos tus comentarios!

Síguenos también en:

Telegram
Instagram
Twitter

[Ver: Hombre se ahogaba, rezó a Dios y lo rescató un bar flotante lleno de sacerdotes]

[Ver: La extraordinaria manera en que san Juan Bautista sobrevivió a la “Matanza de los inocentes”]

Comparte