Cuando asistimos a Misa, podemos notar que al inicio el párroco da un beso al altar. Esto es un acto obligatorio en el ritual católico.

La razón de este gesto radica en que es la mesa de sacrificio y el lugar sagrado donde se celebra la Fiesta Pascual.

El beso al altar vendría a ser un acto de veneración en tres niveles:

SACRIFICIO DE CRISTO

Al celebrar la Eucaristía sobre el altar, se conmemora en ella el sacrificio de Cristo. Y por veneración a este, se besa el lugar convertido en santo ante la presencia de su cuerpo y sangre.

MÁRTIRES Y SANTOS

A partir del año 517 se acostumbra tener, dentro de los altares de piedra, reliquias de santos. Al besarlo, se está venerando también la vida o martirio del santo cuya reliquia se encuentra presente.

SACRIFICIO VIVO

Los que asistíamos a Misa presentamos nuestros dones al altar para participar de esta conmemoración. Esto se refleja al momento de la colecta, de la entrega del pan y el vino, y en la oración colecta. Se besa, entonces, por veneración al gesto de los fieles al entregarse como sacrificio vivo.

¡Ya sabemos porqué el altar es el espacio central de la liturgia! 

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