Stan Lee, creador de los más famosos superhéroes de todos los tiempos, falleció esta semana los 95 años. Aunque se confesaba agnóstico, impregnó de fe -y hasta de catolicimos- a algunos de sus personajes más populares.

En una oportunidad, la página web A. V. Club le preguntó: ¿Hay un Dios? Stan Lee respondió:

“Bueno, déjame ponértelo de esta manera… No, no intentaré hacerme el inteligente. En verdad, no lo sé. Simplemente no lo sé”.

Pese a su agnosticismo, era un hombre abierto a la religión y a diferencia de muchos creativos de Hollywood, no era una persona anti-religiosa y reconoció sus raíces judías.

Dio rasgos religiosos a sus personajes porque para él, el factor religión hace de sus superhéroes sujetos más encarnados y humanos.

Tenemos héroes “católicos” en los cómics de Marvel como Daredevil, Hulk, Hellboy y Ghost Rider.

Además, en su momento la compañía Marvel aceptó hacer cómics sobre las vidas de San Francisco de Asís, San Juan Pablo II y Santa Teresa de Calcuta.

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