El anuncio del Papa Francisco sobre la consagración de Rusia y Ucrania al Inmaculado Corazón de María despertó dudas y conjeturas de muchos católicos.
¿Fue valida la consagración de San Juan Pablo II? ¿Por qué el Santo Padre consagra nuevamente a Rusia -junto con Ucrania- al Inmaculado Corazón? Estos y otras preguntas respondidas por un especialista en apariciones marianas.
Paul Benz es graduado en la Universidad de Portland en música y teología y obtuvo una Maestría en Ministerio Pastoral de la misma universidad.
En una entrevista realizada para Ignatius Press, Benz explica por qué esta consagración de Rusia es diferente a las anteriores.
¿Por qué esta consagración de Rusia es diferente a la anteriores? Un especialista lo explica
¿San Juan Pablo II realizó la consagración de Rusia como la Virgen lo había pedido?
Sí. “Realizó este acto de consagración en 1984. Muy consciente, cuidadosa y sistemáticamente, junto con los obispos de todo el mundo; incluidos algunos obispos ortodoxos que aceptaron la invitación a unirse”, explica Benz.
“Una de las palabras que usó y que me gusta para explicar lo que es esta consagración fue encomienda. Habló de que parte del asunto era un acto de encomendación a María”, agrega.
Como si faltaran pruebas, “poco tiempo después, Lucía, que aún vivía, dijo que el cielo aceptó la consagración y María dijo que María le había dicho que la petición se había cumplido”.
Entonces, ¿Por qué el Papa Francisco vuelve a hacer esta consagración junto con Ucrania?
“Solo puedo especular sobre esto, pero creo que es bastante fácil encontrar una buena razón y es ‘¿por qué no?’. ¿Cuántas avemarías rezan los católicos una y otra vez? Diciendo ruega por nosotros pecadores ahora y en la hora de nuestras muerte, pidiéndole a Maria que ruegue por nosotros…”, explica Benz.
Y continúa: “Por qué no, por qué no pedir algo más o más específico o más particular. Puede que estés orando para que te concedan algún favor o algún cambio en tu situación, pero luego, cuando las cosas se ponen peores, oras con más fervor”.
“Entonces, estábamos orando por la consagración de Rusia y luego, debido a todo lo que está pasando… dices, ¿sabes qué?, hagámoslo de nuevo. Oremos de nuevo por la consagración de Rusia y Ucrania y todo.
¿El efecto de la consagración tiene que verse en el corto plazo?
“No lo creo, quiero decir, incluso cuando miras las secuelas de esa consagración de 1984, a veces puedes encontrar una línea de tiempo de las cosas que sucedieron después de esa consagración. Hubo un número de este tipo de eventos misteriosos e inexplicables, a veces aparentemente milagrosos, que precipitaron la caída de la unión soviética”, comenta.
Pero, la consagración “no precipitó una paz inmediata, permanente o incluso duradera en la región. Hubo muchos conflictos en europa del este desde antes de esa fecha, y durante y luego desde entonces “, explica Benz. Y luego concluye: “Pero no creo que se pueda negar que la Unión Soviética cayó y trajo consigo mucho más alivio”.
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