La muerte de un hijo es un evento desgarrador para cualquier familia. En esos momentos de dolor, la compañía de Dios y dar una pausa al ritmo acelerado de la vida nos ayuda a sanar y vivir nuestro tiempo de duelo.

En un artículo para National Catholic Register, la escritora Theoni Bell compartió, desde su propia experiencia, cómo tomar una pausa de oración puede unir a la familia que experimenta la pérdida de un hijo.

“Ya sea que una madre sufra una pérdida temprana del embarazo, la muerte de un bebé o el fallecimiento de un hijo por enfermedad o accidente, nadie debería sentirse culpable por tomarse el tiempo para llorar y sanar”, indicó.

Bell dio 8 consejos para sobrellevar el dolor de la partida de un hijo:

1. Cuida tu salud mental

Bell señaló que el duelo puede durar meses, incluso años. Pero, más allá del llanto y la desolación, es muy común que se llegue a experimentar un trastorno de estrés postraumático (TEPT).

"Después del nacimiento de mi bebé muerto, a veces me encontraba mirando fijamente por la ventana. Me llegaban imágenes vívidas relacionadas con la pérdida, como si me dieran un puñetazo. Por un tiempo, tuve un miedo intenso a la muerte. No podía entrar en ciertos parques o tiendas debido a su asociación con mi embarazo. Estos lugares se convirtieron en agujeros negros que amenazaban con succionarme hacia la oscuridad. Otros desencadenantes de ansiedad eran las mujeres embarazadas y los bebés".

Si se experimenta flashbacks, falta de concentración, agitación, evitación social, insomnio, pesadillas, culpa, soledad o desconfianza, la escritora recomendó acercarse a un psicólogo o un médico para hablar sobre estos síntomas.

2. Los hermanos también sufren

Bell señaló que no es raro que los demás hijos de la familia también experimenten un período de desorientación y dolor por la perdida de su hermano.

"Después de nuestro parto, nuestra hija de 3 años hacía preguntas todos los días. Quería entender la pérdida de su hermana. Los niños extrovertidos y verbales a menudo le cuentan a completos desconocidos en el parque o en la tienda sobre su 'hermano que murió'. Un niño así no dejará de hablar de ello aunque tenga práctica de natación o piano. Es su manera de llorar, incluso si cada vez que surge, tu corazón duele.
Este tipo de duelo pesado requiere una respuesta inmediata y enfocada de mamá y papá o de otro cuidador amoroso. Es emocionalmente agotador. Por supuesto, se espera esta reacción durante los primeros días de duelo, pero puede durar años. Puede parecer haber disminuido a un duelo más suave e infrecuente, solo para surgir de nuevo de la nada".

3. Tómate un tiempo para sanar

Bell recordó que al atravesar este tiempo de duelo, su corazón no podía manejar los conflictos de la rutina diaria y las tareas domésticas.

"Tomarse el tiempo para sanar significaba reducir las cosas que causaban estrés en nuestras vidas. Significaba tomar un descanso del trabajo escolar y reducir las expectativas en el hogar.
En ausencia de nuestra rutina normal, llenamos nuestro tiempo con actividades que podíamos disfrutar juntos. Fuimos de paseo al parque. Tuvimos un día de playa. Escuchamos audiolibros y recorrimos las Little Free Libraries. Papá nos compró a cada uno un libro nuevo especial. Nos relajamos con los horarios de dormir, y la ropa se acumuló. Los niños y yo deambulamos por esos días hasta que sentí que podíamos manejar un poco más de trabajo escolar y tareas".

4. Reconoce el dolor de tu pareja

La escritora resaltó que los varones también sufren profundamente cuando un hijo muere, pero la expresión de su dolor puede demostrarse de una manera diferente.

"Al principio, lloraba y hablábamos mucho sobre la pérdida. Pero después de unas semanas, llevaba un peso invisible. No necesitaba llorar, escribir o hablar, aunque algunos papás sí lo hacen. Su mayor necesidad era que yo pusiera en pausa todo lo innecesario para poder estar presente para nuestra familia. Necesitaba ver televisión a mi lado después de acostar a los niños. Me necesitaba cerca, incluso si no estábamos hablando. No habría podido estar presente para él si hubiera mantenido todo en marcha".

5. Pide apoyo en tu trabajo

Si bien puede resultar incómodo y difícil hablar sobre este tipo de temas en el ambiente laboral, el conversar sobre la pérdida con alguien del trabajo puede ayudar a eliminar la carga de tener que contarles a todos las malas noticias.

"Ya sea que puedas obtener vacaciones o no, tus compañeros de trabajo pueden querer ayudar financieramente o con alimentos. Dado que al menos 1 de cada 10 mujeres experimenta la pérdida de un bebé, es posible que uno de tus compañeros de trabajo también haya perdido un hijo, lo que podría hacerte sentir menos aislado en el trabajo".

6. Orar juntos

Bell indicó que durante este tiempo el dirigirse a Dios juntos y buscar el consuelo en la Virgen María, crea un vínculo familiar fuerte.

"Lo más importante que mi familia hizo durante el 'tiempo libre' fue orar juntos. Mientras estaba en el hospital, rezamos nuestro Rosario diario juntos en videollamada. Continuamos rezando juntos cada noche cuando llegué a casa. Nos obligaba a detenernos, lo que hacía posible sentir emociones que normalmente se suprimían durante el día. Lloramos juntos. Cuando alguien necesitaba algo, toda la familia podía proporcionar consuelo".

7. Descubre qué te consuela

La escritora indicó que en estos momentos de pausa podemos descubrir qué actividades nos ayudan a tener consuelo. En su caso particular, se dio cuenta qué cuidar de las flores le ayudaba a calmarse.

"Todavía me encantan los claveles, que aprendí son plantas muy resistentes, y ahora los cultivo alrededor de la estatua de la Virgen María en nuestro jardín".

8. Encuentra esperanza

"Mientras estás en las profundidades de tu dolor y tristeza, trata de encontrar razones para tener esperanza. En su amor, Dios no te abandonará. Él saca lo bueno de todo. La pérdida puede llevar a una mayor gratitud por las sonrisas de tus hijos o los momentos de afecto que tienes con tu cónyuge. Tómate el tiempo para llorar con Nuestra Señora, para decirle a su Hijo cuánto dolor sientes, y Dios te mostrará el significado de tu sufrimiento. Podrías reconocer mejor sus gracias, porque sufrir con Cristo da claridad a sus propósitos".

Demos un tiempo a nuestro corazón para sanar, y así abrir un espacio para que la oración y el amor crezcan.

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