El 24 de mayo la Iglesia Católica celebra a María Auxiliadora, protectora de las familias y de los hogares.

Esta devoción surgió en el siglo XVI, cuando la invocación “Auxiliadora de los Cristianos” fue añadida por el Papa San Pío V en las Letanías de Nuestra Señora tras la famosa batalla de Lepanto en 1571.

La fiesta litúrgica fue instituida por el Papa Pío VII al regresar de Francia después de pasar cinco años como prisionero de Napoleón Bonaparte. El pontífice atribuyó su retorno, que ocurrió el 24 de mayo de 1814, a la intercesión de la Virgen Auxiliadora, fijando esta fecha en el calendario en su honor.

El título y la devoción a María Auxiliadora fueron ampliamente difundidos por San Juan Bosco. En 1862, en Turín, este santo construyó la gran Basílica dedicada a Nuestra Señora, Auxilio de los Cristianos.

Llenos de confianza en el poder de la Madre de Dios, queremos consagrar nuestras familias y hogares a su materna protección. Recemos:

Santísima Virgen María,
a quien Dios constituyó Auxiliadora de los Cristianos,
os elegimos como Señora y Protectora de esta casa.
Dignaos mostrar aquí Vuestro poderoso auxilio.

Preservad esta casa de todo peligro:
del incendio, de la inundación, del rayo, de las tempestades,
de los ladrones, de los malhechores, de la guerra
y de todas las otras calamidades que conocéis.

Bendecid, proteged, defended,
guardad como cosa vuestra
a las personas que viven en esta casa.

Sobre todo, concededles la gracia más importante,
la de vivir siempre en la amistad de Dios,
evitando el pecado.

Dadles la fe que tuvisteis en la Palabra de Dios,
y el amor que sentisteis por Vuestro Hijo Jesús
y por todos aquellos
por los cuales Él murió en la cruz.

María, Auxilio de los Cristianos,
rogad por todos los que viven en esta casa
que os fue consagrada.

Amén.

Fuente de la oración

Comparte