El Papa Francisco llegó hoy a Irlanda en visita apostólica para participar del Encuentro Mundial de las Familias que se desarrolla en Dublín. En su primer discurso se dirigió a las autoridades, diplomáticos y la sociedad civil.

Fueron sus primeras palabras oficiales del viaje y se refirió a la situación de los abusos en la Iglesia como un fracaso por parte de las autoridades eclesiásticas.

Esto es lo que dijo:

Cada niño es, en efecto, un regalo precioso de Dios que hay que custodiar, animar para que despliegue sus cualidades y llevar a la madurez espiritual y a la plenitud humana. La Iglesia en Irlanda ha tenido, en el pasado y en el presente, un papel de promoción del bien de los niños que no puede ser ocultado.

Deseo que la gravedad de los escándalos de los abusos, que han hecho emerger las faltas de muchos, sirva para recalcar la importancia de la protección de los menores y de los adultos vulnerables por parte de toda la sociedad. En este sentido, todos somos conscientes de la urgente necesidad de ofrecer a los jóvenes un acompañamiento sabio y valores sanos para su camino de crecimiento.

Puedes leer su discurso completo aquí.

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