La realidad estadounidense actual con respecto a los colegios, es que la presencia de los consagrados es mínima. Esto se puede ver también en los colegios católicos por una baja en el número de consagrados.
Sin embargo, en este año los colegios católicos han tomado una tendencia agradable para párrocos, padres de familia y niños: hay monjas que están siendo contratadas de nuevo para enseñar.
El colegio parroquial de “St. Catherine of Siena” en Kennesaw, Georgia, ha recibido este año a 3 hermanas dominicas de St. Cecilia para ser profesoras. Y una hermana trabajaría como directora.
Según el párroco de St. Catherine of Siena, Fr. Neil Dhabliwala, las hermanas han sido un impacto positivo para la comunidad del colegio. Sobre todo porque refuerzan la identidad católica de la institución.
Otra institución que ha tomado la misma decisión es el colegio parroquial de “Our Lady Star of the Sea” de Bremerton, Washington. Ha contratado a tres hermanas dominicas de Nashville este año.
La directora de este colegio, Jeannette Wolfe, indicó que la alegría que dan estas consagradas es constante. Sonríen a menudo, traen paciencia y sabiduría. Sobre todo dan una sensación notable de paz.
Las hermanas consagradas no solo son llamadas a las comunidades escolares. Los fieles de las parroquias también les piden charlas para sus retiros. Ellas aceptan ayudar en todo, siempre y cuando esto no interfiera con su vida de oración y comunitaria.