Tras el fallecimiento del Papa Francisco el pasado Lunes de Pascua, la aplicación "Rosario" ha impulsado una cadena mundial de oración para encomendar el alma del Santo Padre y acompañar espiritualmente el cónclave que elegirá a su sucesor.
La mañana del 21 de abril de 2025, el mundo despertó con la lamentable noticia de la muerte del Papa Francisco, y desde entonces, numerosos fieles han unido sus voces en oración por su eterno descanso, así como para pedir que el Espíritu Santo ilumine el discernimiento de los cardenales en la elección del nuevo Pontífice.
En respuesta a este momento crucial para la Iglesia, la aplicación de oración creada por Hozana convocó a los creyentes de todo el mundo a participar en una cadena global del Rosario por el cónclave, fomentando la unidad espiritual y la esperanza en esta histórica etapa.
"Los cardenales necesitan nuestras oraciones más que nunca, y la Iglesia debe estar unida invocando al Espíritu Santo", explican los organizadores.
¿Cómo funciona esta cadena de oración?
La participación es sencilla. Cualquier persona puede descargar de manera gratuita la aplicación "Rosario" y unirse a un grupo especial de "Rosario Viviente" utilizando el código CONCLAVE2025.
Cada participante se compromete a rezar una sola decena del Rosario al día, específicamente por los cardenales y el proceso de elección del nuevo Papa. Unidos, todos los participantes forman Rosarios completos ofrecidos por esta intención.
Esta propuesta busca, además de sostener en oración a los participantes del próximo cónclave, fortalecer la comunión espiritual entre los católicos de distintas partes del mundo, utilizando la tecnología como un puente de fe en estos tiempos modernos.
"Es un ejemplo impactante de cómo la fe y la tecnología se unen: una comunión espiritual de creyentes a través de los continentes, ofreciendo sus oraciones en unidad y esperanza", señalan.
Los organizadores agregan que desde su lanzamiento, la iniciativa ha empezado a cobrar fuerza rápidamente, y los testimonios de quienes ya forman parte de esta red de oración son una muestra palpable de que el Espíritu Santo sigue obrando en medio de su pueblo.
En este tiempo de incertidumbre, la cadena mundial del Rosario nos recuerda que la fuerza de la Iglesia no radica solo en sus decisiones humanas, sino en su fe confiada en el poder de la oración y en la guía del Espíritu Santo.