¿Has oído hablar de la bendición de los niños? Esta hermosa costumbre se realiza cada 28 de diciembre, en el día que la Iglesia celebra la Fiesta de los Santos Inocentes.

Según EWTN,

“La Fiesta de los Santos Inocentes, conmemora la muerte de los niños varones en Belén que tenían 2 años de edad o menos. El rey Herodes el Grande había ordenado esto para asegurarse de que el niño Mesías buscado por los magos no pudiera desplazarlo en su trono. Es por eso que a San José se le dijo en un sueño que tomara al Niño y a la Santísima Virgen y huyera a Egipto para escapar de la persecución del rey Herodes”.

La Fiesta de los Santos Inocentes ofrece algunas oportunidades litúrgicas interesantes.

Aparte de aprender la historia de esta fiesta, hay cosas que podemos hacer como católicos para celebrar en nuestros propios hogares, ¡especialmente como padres!

El menor de los hijos manda

El teólogo residente y profesor en la Universidad Católica de América, Chad Pecknold, reveló una costumbre popular para este día.

“Hay una gran costumbre católica de que el hijo menor de la familia 'gobierna' en la Fiesta de los Santos Inocentes", explicó Pecknold en su publicación en X.

¡Esto significa que el hijo menor decide la comida, actividades y más!

Otras fuentes sugieren que si tienes más de un niño pequeño en casa, puedes dividir responsabilidades. ¡Qué divertido!

Bendice a los niños

Otra costumbre para la fiesta de los Santos Inocerntes, es que los padres bendigan a sus hijos. Por supuesto, esto no reemplaza una bendición sacerdotal o sacramental, pero sigue siendo un regalo especial para tus hijos.

El Padre Ronald Vierling explica que puedes “simplemente hacer una cruz en la frente del niño con el pulgar derecho mojado en agua bendita”, diciendo:

“Que Dios te bendiga y que Él sea el Guardián de tu corazón y mente: en el nombre del Padre, el Hijo y el Espíritu Santo. Amén”.

También puedes comenzar el día con esta oración:

Santos Inocentes, benditos niños,
primeros mártires de Jesucristo, el Rey de los mártires,
¡Qué brillante vida ganaron con esa intensa muerte!

Hermosos pequeños mártires del Santo Niño,
vuestros ojos se cerraron pronto
ante las sombrías nieblas de la tierra,
para abrirse ante glorias incontables.

Amargo y breve fue el pasaje,
¡pero oh, qué pasajeramente dulce fue el fin!
¡Cuán dulce morir por Él que vino a dar su vida por vosotros!

Orad por mí, vosotros, inmaculados, ante el Trono,
para que yo también, indigno y errante como soy,
pueda unirme a aquellos que siguen al Cordero por dondequiera que vaya.

Santísimo Niño Jesús, salva a tus hijos.

Según la Conferencia de Obispos Católicos de Estados Unidos (USCCB), la Iglesia anima a bendecir a los hijos diariamente.

“Uno de los siguientes breves rezos de bendición puede ser dicho por los padres en varios momentos, como cuando un niño va a jugar o a la escuela, pero especialmente cuando el niño se va a dormir cada noche. El padre hace la señal de la cruz en la frente o el corazón del niño y dice una de las siguientes bendiciones.

Que Dios te bendiga.
Que Dios te mantenga seguro.
Que Dios esté contigo.
Que Dios esté en tu corazón.
Que Dios te bendiga y proteja”.

¿Cómo celebrarás este día en tu hogar?

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