La Cuaresma de San Miguel es una observancia tradicional de oración y ayuno que se practica desde la solemnidad de la Asunción de la Santísima Virgen María, el 15 de agosto, hasta el Día de San Miguel, ahora conocido como la fiesta de los Santos Arcángeles, el 29 de septiembre.

No es una temporada litúrgica, sino una práctica devocional popularizada por San Francisco y adoptada hoy en día por los católicos, cómo es el caso del ministerio masculino Exodus 90.

Estos son 5 datos sobre esta antigua devoción practicada por los santos.

1) Los santos practicaban la Cuaresma en otros momentos del año.  

La Cuaresma es la única temporada penitencial que actualmente aparece en el calendario del rito romano, pero los santos la han practicado en otros momentos del año.

San Benito recuerda a sus monjes que deben practicar las disciplinas de la Cuaresma durante todo el año, pero especialmente desde la fiesta de la Exaltación de la Cruz en septiembre hasta la Pascua, un tiempo conocido como el ayuno monástico.

San Francisco de Paula fundó la Orden de los Mínimos, que seguía las antiguas prácticas cuaresmales durante todo el año: una comida al día y sin productos de origen animal.

2) San Francisco de Asís practicaba la Cuaresma de San Miguel para honrar a los ángeles.  

San Francisco de Asís solía practicar tiempos adicionales de penitencia antes de las principales festividades. Una de las más importantes para él era la Cuaresma de San Miguel, lo que mostraba su devoción al gran defensor de la Iglesia.

Subió al Monte La Verna (Alvernia) para pasar tiempo en soledad, acompañado por sus amadas aves, mientras oraba y ayunaba por sus hermanos.

San Buenaventura describe cómo honraba a los ángeles a través de la Cuaresma de San Miguel:

"Estaba ligado por lazos de afecto inseparable a los espíritus angélicos que arden con un fuego maravilloso para acercarse a Dios, y en el encendido de almas elegidas, y por devoción a ellos ayunaba durante cuarenta días desde la Asunción de la gloriosa Virgen, permaneciendo constante en la oración durante ese tiempo. Al Bendito Arcángel Miguel, —en tanto que su ministerio es presentar las almas ante Dios—, le tenía un amor y devoción especial, debido al ardiente celo que tenía por la salvación de todos aquellos que debían ser salvados".

3) Se enfoca en la guerra espiritual.  

San Miguel expulsó a Satanás, y esta Cuaresma también implica la guerra espiritual. En la montaña, Francisco fue atacado por el enemigo, aunque fue apoyado en esta batalla por los santos ángeles.

El libro Las Florecillas de San Francisco describe cómo Francisco "perseveró en ese ayuno, y aunque soportó muchos ataques del diablo, sin embargo, recibió muchas consolaciones de Dios, no solo por las visitas de los ángeles".

También da un ejemplo particular:

"De repente, el diablo vino en una forma terrible, con tormenta y gran ruina, y para golpearlo y lanzarlo al abismo" desde el borde de la roca. Francisco se volvió hacia la pared rocosa y fue llevado a un lugar protegido, escapando de este ataque.

4) San Francisco recibió los estigmas durante la Cuaresma de San Miguel

Mientras San Francisco se acercaba a los ángeles en oración, fue elevado para encontrarse con Dios.

En una de estas ocasiones, serafines se le aparecieron, como lo describe San Buenaventura, y grabaron en su cuerpo la "imagen del Crucificado, inscrita, no en tablas de piedra o de madera, por la mano del artesano, sino escrita en su carne por el dedo del Dios Vivo".

Dentro de la batalla espiritual, Francisco se ofreció como un sacrificio vivo y fue atraído de manera especial a la Cruz, modelando el único camino para superar los ataques del enemigo.

5) La Cuaresma de San Miguel está resurgiendo hoy en día

Los católicos están redescubriendo muchos tesoros perdidos de su fe hoy en día. Exodus 90, en particular, ayuda a los hombres a seguir a San Francisco hasta la montaña para encontrarse con Cristo con la ayuda de los ángeles.

Se invita a participar en la Cuaresma de San Miguel a través de la oración diaria, estableciendo una fraternidad con otros fieles, y entrando en prácticas sacrificiales como el ayuno, abstenerse de los medios de comunicación y hacer una vigilia nocturna de una hora una vez a la semana.

Puedes seguir esta cuaresma en inglés a través de Exodus 90 AQUÍ o unirte a los Heraldos del Evangelio para rezarla en español AQUÍ.

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