El 2 de febrero, la Iglesia Católica celebra la Fiesta de la Purificación de María. ¿Sabías que en esta fecha se lleva a cabo una antigua costumbre? Descubre más sobre la bendición de las velas.

Con relación a esta festividad, que coincide con la Fiesta de la Presentación del Niño Jesús en el Templo y la Fiesta de la Candelaria, la Enciclopedia Católica nos indica:

“De acuerdo a la ley mosaica, una madre que había dado a luz a un hijo varón era considerada impura por siete días; además debía permanecer treinta y tres días ‘en purificación de su sangre’; pero si daba a luz a una niña, se duplicaba el tiempo que excluía a la madre del santuario.

Al cumplirse el tiempo de su purificación (cuarenta u ochenta días) la madre debía traer al Templo un cordero para el holocausto; si no era capaz de ofrecer un cordero, podía presentar dos tórtolas o dos pichones; el sacerdote oraba por ella y entonces quedaba limpia.

Cuarenta días después del nacimiento de Cristo, María cumplió con este precepto de la Ley; ella redimió a su primogénito en el Templo”.

La Bendición de las Velas

La escritora independiente Melissa Guerrero, en un artículo para Epic Pew, destaca que la bendición de las velas tiene raíces profundas en la historia de la Iglesia. ¡Ya desde el siglo VII se llevaba a cabo esta costumbre en la fiesta de la Purificación de María!

Guerrero menciona que las velas tenían que ser de cera de abeja debido a su simbolismo relacionado con la virginidad.

“La cera, extraída por abejas vírgenes de las flores, simboliza la carne pura de Jesús, recibida de su Madre virginal. San Anselmo explica además que la mecha dentro de la vela simboliza el alma de Cristo y la llama simboliza su divinidad”, agregó.

Aunque en la actualidad esta tradición no es tan conocida, no te desanimes; puedes acercarte a la parroquia más cercana y preguntar si se llevará a cabo esta bendición.

¿Para qué podemos usarlas?

Guerrero señala que estas velas se utilizan tradicionalmente en momentos de tormenta, en situaciones de dificultad, en casos de enfermedad o durante la noche del Día de Todos los Santos.

“Ahora que conoces la historia y el simbolismo, ¿a qué esperas? No te pierdas esta encantadora tradición. ¡Consigue algunas velas (hechas con al menos 51% de cera de abejas) y busca una parroquia (o sacerdote/diácono) que las bendiga!”.
Comparte