Una figura cubierta por una manta, con llagas visibles en los pies: así se presenta “Jesús sin hogar”, la escultura del artista Timothy Schmalz, recientemente instalada en el Camino de Santiago. Inspirada en el Evangelio de San Mateo, la obra interpela a los peregrinos a ver a Cristo en los más vulnerables.

La pieza fue presentada y bendecida el 22 de julio en la Oficina de Acogida al Peregrino de la Catedral de Santiago de Compostela (España), en el marco de las celebraciones por la festividad de Santiago Apóstol.

Realizada en bronce, la escultura es una representación visual del pasaje de Mateo 25: “Fui forastero y me acogisteis. Estuve sin hogar y me disteis refugio”. Muestra a Jesús recostado en un banco público, envuelto en una manta y con el rostro cubierto. Solo las llagas en sus pies revelan su verdadera identidad.

Crédito: Catedral de Santiago.

Durante la ceremonia, el Arzobispo de Santiago de Compostela, Mons. Francisco José Prieto Fernández, destacó el profundo mensaje que transmite esta obra:

“El peregrino que llega a Santiago ha recorrido un camino y tiene una meta. Pero esta obra también nos recuerda a tantos que transitan los caminos sin saber cuál es su destino ni qué horizonte los espera. Tal vez no tienen paredes que los resguarden ni techo que los cobije. Por eso creo que es importante que sepamos valorar el significado de esta presencia. No solo desde la fe: frente a esta realidad, todos deberíamos tener una sensibilidad y un compromiso que nos reconozca y nos una como humanidad”, expresó.

Schmalz, conocido por otras obras como Angels Unawares (Ángeles sin saberlo) o Let the Oppressed Go Free (Liberad a los oprimidos), compartió que la intención de esta obra es hacer visible a quienes suelen pasar inadvertidos: las personas en situación de calle.

“Después de crear esta obra, nunca volví a mirar a una persona sin hogar de la misma forma. Ahora veo a Jesús”.
“Este banco no solo sostiene una escultura; es una invitación a sentarse junto a Cristo. Es un lugar espiritual que llama a la acción, que interpela sobre nuestra responsabilidad frente a la humanidad”.

La escultura, que ha sido instalada en más de 100 ciudades del mundo, llega ahora a uno de los puntos más simbólicos de la peregrinación. Al finalizar el Camino de Santiago, miles de peregrinos llegan a la Oficina del Peregrino, donde ahora encontrarán esta imagen de un Cristo humilde, doliente, cercano a los más olvidados.

Crédito: Catedral de Santiago.

La instalación fue posible gracias a la donación de Diane y Tim Needles, un matrimonio de Cleveland (Estados Unidos) comprometido con la evangelización y el servicio a los más necesitados.

“Jesús sin hogar” no es la única obra del escultor en el Camino de Santiago. La pieza Be Welcoming (Sean acogedores) se ubica en la Diócesis de Lugo, España y representa a un peregrino que se transforma en ángel.

Desde hoy, en el punto final del Camino de Santiago, un nuevo banco espera. Uno en el que no solo se descansa: también se reza, se contempla… y se toma la decisión de no dar la espalda al prójimo.

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