La medalla de San Benito es muy conocida por su ayuda en la lucha contra el poder del demonio, sin embargo, muchas personas pueden llegar a considerarla un amuleto. Para luchar contra este error, te dejamos los usos de este sacramental permitidos por la Iglesia.
San Benito nació en Nursia (Italia), en el año 480, fundó la Orden de los Benedictinos y trabajó arduamente para lograr que los monasterios sean centros de formación humana, espiritual y de preservación de la cultura.
El uso de la medalla de San Benito fue aprobado en 1742 por el Papa Benedicto XIV, y la forma actual del sacramental se difundió en 1880, al conmemorarse los 1400 años de nacimiento del santo.
El Catecismo de la Iglesia Católica indica sobre los sacramentales:
“Son signos sagrados con los que, imitando de alguna manera a los sacramentos, se expresan efectos, sobre todo espirituales, obtenidos por la intercesión de la Iglesia. Por ellos, los hombres se disponen a recibir el efecto principal de los sacramentos y se santifican las diversas circunstancias de la vida” (CIC 1667).
En un artículo para National Catholic Register, Angelo Stagnaro resaltó los usos permitidos por la Iglesia y en qué ocasiones es efectivo este sacramental.
Usos PERMITIDOS por la Iglesia para la Medalla de San Benito
- Llevar la medalla alrededor del cuello
- Adjuntarla al rosario
- Llevarla en el bolsillo o bolso
- Adjuntarla al llavero
- Fijarla en el coche o en el hogar
- Colocarla en los cimientos de un edificio
- Fijarla en el centro de un crucifijo
La Medalla de San Benito es efectiva para:
- Pedir paz interior/sanación espiritual
- Pedir paz entre individuos o entre las naciones del mundo
- Curar aflicciones corporales, especialmente como protección contra enfermedades
- Destruir los efectos de la brujería y todas las demás influencias diabólicas y de acecho
- Sanar a aquellos que sufren de heridas o enfermedades
- Obtener la conversión de los pecadores, especialmente cuando están en peligro de muerte
- Proteger a los niños de pesadillas
- Proteger a una madre y a sus hijos durante el parto
- Proteger a los animales infectados con plagas u otras enfermedades
- Proteger los campos infestados por insectos dañinos
- Proteger a aquellas personas que son tentadas, engañadas o atormentadas por espíritus malignos
¡San Benito, ruega por nosotros!