¿Sientes que el tiempo avanza y sigues soltero? La misionera digital y abogada Liliana Garrido recuerda que esta etapa no es un tiempo perdido. A la luz del Catecismo, comparte siete claves que puedes implementar a tu vida mientras disciernes la vocación a la que Dios te llama.

En su cuenta de Instagram, Garrido explicó que la soltería no es una sala de espera ni un momento para quedarse inmóvil, sino que “es un tiempo de gracia, donde Dios forma el corazón, la libertad y la identidad”.

La misionera digital subrayó que, según el Catecismo de la Iglesia Católica (CIC), toda persona, sea casada, religiosa o soltera, está llamando ante todo a la santidad.

Por ello, para vivir esta etapa según el plan de Dios, destacó siete cosas que Él pide para vivir la soltería de manera plena y ordenada:

1. Dios te pide crecer en identidad: saber quién eres en Él.

Antes de entregarte a alguien, Dios quiere que sepas quién eres para Él.

El Catecismo enseña que el hombre y la mujer poseen dignidad inalienable porque fueron creados a imagen de Dios (CIC 1700-1702).

En la soltería, Él te pide: sanar tus heridas, descubrir tus dones, fortalecer tu carácter y comprender tu propio valor.

Nadie puede vivir una vocación sin primero haber sido consciente de su dignidad.

2. Dios te pide libertad interior

El Catecismo indica que la vocación cristiana exige libertad auténtica (CIC 1731-1733).

La soltería es el momento donde Dios trabaja en: tus apegos, tus dependencias afectivas, tu capacidad de elegir el bien y rechazar lo que hiere.

La libertad interior es lo que permite amar sin esclavitudes ni miedos.

3. Dios te pide pureza de corazón

La Iglesia enseña que todos los bautizados están llamados a la castidad según su estado de vida (CIC 2348), porque la castidad es integridad, no represión.

En la soltería, Dios te pide cultivar: pureza de intenciones, pureza de afectos, pureza en tus relaciones, pureza en tu forma de amar.

La castidad ordena el corazón para amar en verdad, no desde la necesidad ni la ansiedad.

4. Dios te pide misión: servir, no esperar pasivamente

El Catecismo enseña que todos los fieles tienen una misión y están llamados al apostolado (CIC 863, 900).

La soltería no es pausa, es envío. Dios te pide que uses este tiempo para: servir en tu comunidad, descubrir tu carisma, evangelizar con tu vida, formarte, dar frutos espirituales.

La vocación nace en la misión, no en la espera pasiva.

5. Dios te pide discernir tu vocación con seriedad

La Iglesia enseña que la vocación es una llamada de Dios que debe ser acogida en oración, diálogo y libertad (CIC 1577, 1603, 1974).

La soltería es un tiempo donde Dios te pide: preguntarle con sinceridad “¿qué quieres para mí?”, dejarte guiar por la gracia, purificar tus deseos y discernir entre vida matrimonial, vida consagrada o apostolado laical fuerte.

Dios no te pide ansiedad, sino discernimiento.

6. Dios te pide crecer en amor, antes de entregarlo a alguien

El Catecismo afirma que el amor auténtico nace en la caridad, que es obrar del Espíritu Santo (CIC 1822-1829).

La soltería es entrenamiento del corazón: aprender a amar sin controlar, sanar tu forma de relacionarte, madurar tus emociones, aprender a perdonar, crecer en paciencia, sacrificio y servicio.

Dios te pide aprender a amar para amar bien en la vocación que él te dé.

7. Dios te pide confianza: vivir sin miedo al futuro

La Iglesia enseña que la Providencia de Dios guía la vida de cada persona (CIC 302-314).

Dios te pide una cosa clave: Confiar en que Él no llega tarde.

La soltería es una escuela de fe: confiar aunque no veas, esperar sin desesperarte, poner tu futuro en Sus manos.

Vivamos cada estado de vida con la decisión de alcanzar la santidad.

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