Iniciamos un nuevo año y seguramente estás creando tu lista de resoluciones. ¿Estás incluyendo a Dios en ellas? Esta sencilla idea cambiará totalmente tu año, tu vida y tu eternidad. 

En un artículo escrito para National Catholic Register, Patti Maguire Armstrong compartió una resolución para año nuevo que es gratuita y no requiere tiempo adicional en la rutina diaria.

“Incluso si ya has hecho una resolución, agregar esta no necesita prácticamente esfuerzo, una cuestión de segundos que no te perderás. Y los beneficios se extienden hasta la eternidad”, agregó.

Armstrong señaló que esta simple idea de grandes resultados es aprovechar los momentos libres en tu vida para hablar con Dios.

Mientras esperas que cambie el semáforo, en la fila del banco o cuando aguardas que alguien conteste el teléfono, puedes aprovechar para encomendar tu vida a Jesús.

“Puede ser solo tres segundos, como, ‘Sagrado Corazón de Jesús, ten piedad de mí’, o ‘Jesús, me entrego a ti, cuida de todo’. Incluso puedes hacerlo en solo un segundo: ‘¡Te alabo, Jesús!’ O ten una breve conversación con él, di lo que quieras decir”, señaló.

Armstrong indicó que, si bien el tiempo de oración puede ser más largo, nadie “puede decir que está demasiado ocupado para conectarse con Dios durante el día con esta fórmula”

“Incluso si agregas solo unos segundos de comunicación varias veces durante el día, te estás acercando a Dios y abriéndote a sus dones”. 

Poco a poco, estos cortos momentos de oración se convertirán en un hábito de comunicación con Jesús y un camino que te lleve a una vida espiritual más fuerte.

Armstrong compartió cómo, durante ocho años, ha practicado este hábito para pedir por el prójimo.

“Cada vez que riego una planta de geranio que un feligrés que tiene un invernadero me regaló por mi cumpleaños, rezo un Avemaría por él. Es un reflejo automático. Hace unos años, cuando le dije que estaba recibiendo todas esas Avemarías, comenzó a traerme una Flor de pascua cada Navidad. La primera vez, me reí y dije: ‘Está bien, obtienes una segunda Avemaría durante el riego’. Siguen llegando cada año. Según mi estimación, regando la planta dos veces por semana y ni siquiera contando la poinsettia, ha ganado más de 830 oraciones”.

La escritora indicó que esta práctica es una hermosa manera de aprovechar esos momentos en los que probablemente no haríamos nada y resaltó que los santos son un claro ejemplo de la importancia de la oración continua.

“Cada santo llenó su vida de oración. Puede que no estemos al nivel de los santos, pero podemos encontrar pequeños lugares para comenzar o construir sobre lo que ya hacemos”.

“La mejor parte de hacer una resolución de llenar algunos espacios en blanco hablando con Jesús, sin excluir a la Virgen María, a los ángeles y a los santos en la conversación, es que la recompensa comienza de inmediato. Y más tarde, si te sales del camino, no habrás perdido dinero y puedes empezar de nuevo inmediatamente”.

¡Qué hermosa manera de aprovechar esos cortos momentos libres!

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