¿Deseas que más personas conozcan sobre la Divina Misericordia y sus grandes promesas de salvación? Esta es la forma más sencilla que encontrarás de difundir esta hermosa devoción.

Jesús se apareció a la monja polaca, Santa María Faustina Kowalska, y le encargó la misión de difundir su mensaje de misericordia al mundo. En sus más de 600 páginas, el diario de esta santa contiene el mensaje y la devoción a Jesús como La Divina Misericordia.

Santa Faustina indica en sus escritos que el 22 de febrero de 1931, Jesús le reveló cómo quería que fuera su imagen. 

“Después de un momento, Jesús me dijo: Pinta una imagen según el modelo que ves, y firma: Jesús, en Ti confío. Deseo que esta imagen sea venerada primero en su capilla y [luego] en el mundo entero. Prometo que el alma que venere esta imagen no perecerá. También prometo, ya aquí en la tierra, la victoria sobre los enemigos y, sobre todo, en la hora de la muerte. Yo mismo la defenderé como Mi gloria" (Diario, 47-48).

La forma más sencilla de difundir la devoción a la Divina Misericordia

En un artículo para National Catholic Register, la profesora Patty Knap compartió una iniciativa de los Padres Marianos de la Inmaculada Concepción.

Los sacerdotes han promovido durante los últimos años la exhibición de imágenes de la Divina Misericordia en las puertas y ventanas de los hogares y oficinas. Una iniciativa que Knap incorporó en su vida, colgando una imagen en la puerta de su casa.

“Cada vez que pasaba por mi puerta principal, me sentía impulsada a rezar: ‘Jesús, confío en ti’, las palabras que Jesús pidió que se escribieran en la parte inferior de la imagen. Numerosas personas han comentado al respecto, y oro para que cualquiera que venga a mi puerta recuerde rezar a Jesús, a ser misericordioso y a confiar en su misericordia”, indicó.

La Divina Misericordia tocó corazones

Knap narró algunas experiencias donde esta iniciativa ha logrado que personas se interesen sobre la Divina Misericordia y vuelvan a buscar una vida de fe activa.

“Hace un tiempo, vino un reparador a trabajar en el techo. Notó la imagen en mi puerta, dijo que la había visto antes, pero no sabía nada al respecto. Lo animé a leer más sobre los mensajes dados a Santa Faustina.

El chico de UPS (un servicio de paquetería) comentó que el mundo está ‘tan loco en este momento, Dios es nuestra única esperanza’. Le di una copia de la imagen.

Otras personas simplemente han dicho: ‘Oh, es tan hermoso’, o, ‘Tengo que volver a rezar la coronilla de la Divina Misericordia’.

Una mujer con la que trabajo tiene una imagen colgada en la ventana delantera, y su inquilino preguntó al respecto. A través de una serie de conversaciones impulsadas por la imagen de la Divina Misericordia, esta persona ha vuelto a la iglesia”.

Knap también animó a llevar en la billetera algunas de estas pequeñas tarjetas con la imagen de la Divina Misericordia y repartirlas cuando sea conveniente. 

“Ahora, cada vez que pago el mantenimiento, doy propina o pago la cuenta de un restaurante, incluyo una tarjeta de oración de la Divina Misericordia. Recientemente, en un semáforo, un hombre estaba pidiendo dinero. Le di algunos billetes y una de las tarjetas. Miró la tarjeta y dijo: ‘¡Es hermoso! ¡Muchas gracias!’”.

3 frases para explicar el mensaje de la Divina Misericordia

Knap dio un pequeño resumen sobre el mensaje de la Divina Misericordia que aprendió de los padres marianos y que nos puede servir al momento de explicar esta devoción a los demás:

1) Pide su misericordia:

Dios quiere que nos acerquemos a él en oración constantemente, arrepentidos de nuestros pecados y pidiéndole que derrame su misericordia sobre nosotros y sobre todo el mundo.

2) Sé misericordioso:

Dios quiere que recibamos su misericordia y la dejemos fluir hacia los demás. Quiere que alcancemos el amor y perdón al prójimo tal como Él lo hace con nosotros.

3) Confía completamente en Jesús:

Dios quiere que sepamos que todas las gracias de su misericordia solo pueden ser recibidas por nuestra confianza. Cuanto más abramos la puerta de nuestros corazones y vidas a Él con confianza, más podremos recibir.

¡Jesús, en Ti confío!

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