¿Qué enseña la Iglesia Católica sobre la fertilización in vitro (FIV)?

La semana pasada, esta técnica de reproducción asistida fue tendencia en las redes sociales debido al anuncio del expresidente Donald Trump sobre exigir a las compañías de seguros cubrir el procedimiento, provocando grandes debates.

En una entrevista con Chris Stefanick, El Padre Mike Schmitz, conocido por el podcast La Biblia en un Año, explicó la enseñanza de la Iglesia Católica respecto a la FIV.

El sacerdote señaló que, aunque la Iglesia es compasiva hacia aquellos que tienen dificultades para concebir, es importante reconocer que "Dios es el autor de la vida" y no podemos separar "la unión y los bebés".

"El hecho de que podamos hacer algo no significa que debamos hacerlo", resaltó. "Cuando se trata del misterio del sexo y la vida, nunca podemos violar un aspecto del acto sexual en favor de otro".

Continúa indicando que la FIV "separa el acto de amor del acto de dar vida".

"Como seguidores de Cristo, no podemos violar ese significado intrínseco del acto sexual, que es tanto amor como vida. Es tanto unión como bebés".

Sin embargo, el Padre Mike aclara que "cada niño concebido a través de la fertilización in vitro sigue siendo un hijo de Dios y sigue siendo hecho a imagen y semejanza de Dios".

"No es que no sean amados, y eso es importante. A veces la gente dice, 'Pero yo fui concebido in vitro', y sí, sigues siendo hecho a imagen de Dios. Dios quiso que tu alma exista. El hecho de que existas significa que Dios quiere que existas. Aunque las circunstancias de tu concepción estuvieron fuera de su ley, el hecho de que existas es porque Él lo quiere así".

El Catecismo de la Iglesia Católica señala acerca de la FIV:

"Practicadas dentro de la pareja, estas técnicas (inseminación y fecundación artificiales homólogas) son quizá menos perjudiciales, pero no dejan de ser moralmente reprobables. Disocian el acto sexual del acto procreador. El acto fundador de la existencia del hijo ya no es un acto por el que dos personas se dan una a otra, sino que “confía la vida y la identidad del embrión al poder de los médicos y de los biólogos, e instaura un dominio de la técnica sobre el origen y sobre el destino de la persona humana. Una tal relación de dominio es en sí contraria a la dignidad e igualdad que debe ser común a padres e hijos” (cf Congregación  para la Doctrina de la Fe, Instr. Donum vitae, 82). “La procreación queda privada de su perfección propia, desde el punto de vista moral, cuando no es querida como el fruto del acto conyugal, es decir, del gesto específico de la unión de los esposos [...] solamente el respeto de la conexión existente entre los significados del acto conyugal y el respeto de la unidad del ser humano, consiente una procreación conforme con la dignidad de la persona'". (CIC 2377)

Escucha la entrevista completa en inglés al Padre Mike Schmitz sobre el problema con la FIV:

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