El Papa León XIV ha convocado una jornada de ayuno y oración por la paz. ¿Te animas a llevar este pedido más allá de la mesa? Agregar a tu ayuno los medios digitales puede convertirse en un sacrificio ofrecido a Dios que abre espacio al silencio, la oración y la paz.
Este 22 de agosto, fiesta litúrgica de Santa María Reina, el Santo Padre invitó a todos los fieles a ayunar y orar para pedir “al Señor que nos conceda paz y justicia y que seque las lágrimas de quienes sufren a causa de los conflictos armados en curso”.
“Pedimos a María Reina de la Paz que interceda por los pueblos, para que puedan alcanzar el camino y la vía de la paz”, exhortó el Papa.
En el marco de esta fecha especial, la marca de streetwear católico Dux Lux animó a incluir un “ayuno digital”, porque este pedido no se trata solo de comer menos “sino de aprender a soltar lo que más nos distrae de Dios: las redes sociales, el ruido, las notificaciones”.
“Los santos nos enseñan que el ayuno no es un fin en sí mismo, sino un camino para abrir el corazón, fortalecer la voluntad y hacer espacio a Dios. Y sí, hoy un joven también puede vivirlo, aunque su ‘hambre’ no sea de pan, sino de scroll infinito”, agrega.
Dux Lux compartió 5 retos para este día, donde el “silencio digital puede convertirse en un verdadero grito de fe y esperanza”.
1. Cambia Whatsapp por una llamada real a un amigo.
Ofrece la conversación como acto de amor.
“Aquí estamos tú y yo, y espero que entre los dos esté Cristo…” - San Elredo de Rieval.
2. No uses Instagram por 2 horas o más.
Leer el Evangelio en ese tiempo o una biografía de algún santo.
“Ignorar las Escrituras es ignorar a Cristo” - San Jerónimo.
3. Apaga Netflix, Prime, Disney+ o YouTube.
Cambia esos momentos de distracción por el rezo del Rosario.
“El Rosario es el arma para estos tiempos” - San Pío de Pietrelcina.
4. Apaga las notificaciones y dedica 15 minutos al silencio.
El silencio es capaz de abrir un espacio interior en el cual se hace presente la palabra.
“El silencio es la voz de Dios…” - San Juan Pablo II.
5. No uses audífonos en el transporte por un día.
Escucha tu alrededor y reza por las personas que ves.
“No quieras tener el oído ocioso, sino dispuesto para escuchar a Dios” - San Agustín.
El silencio también puede ser un “grito por la paz” y nuestro sacrificio, aunque parezca pequeño, puede convertirse en semilla de esperanza para los demás.
“No se trata de dejar por dejar, sino de ofrecer ese sacrificio con un sentido: unirnos en oración por la paz, por los que sufren y por los que más lo necesitan”, agrega Dux Lux.