El director de Pro Deo et Fratribus en los Estados Unidos, Padre Ronald Vierling, compartió en sus redes sociales información sobre el origen del Halloween y su relación con la fe católica. 

En su cuenta de X (antes Twitter), el sacerdote publicó un extracto de un artículo de Catholic Culture, donde relata los vínculos de la fe con el Halloween y que se puede hacer durante esta festividad.

¿Cómo nació la palabra “Halloween”?

En su publicación, el sacerdote señaló que, si bien “la vigilia y la octava separadas se abrogaron en 1955”, la noche de Halloween era el comienzo de la celebración del Día de Todos los Santos. 

“En Inglaterra, a los santos o personas santas se les llama ‘hallowed’ (santos), de ahí el nombre ‘Día de Todos los Santos’. La noche, o "e'en" antes de la festividad, se hizo popularmente conocida como "All Hallows' Eve" o, incluso más corto, "Hallowe'en". Dado que era la noche anterior al Día de Todos los Santos, "All Hallows' Eve" (ahora conocido como Halloween) era la vigilia y requería ayuno”, agregó.

En esta festividad, las personas preparaban recetas tradicionales como panqueques y era también conocida como “‘Nutcrack Night’ (Noche de Rompecabezas) en Inglaterra, donde la familia se reunía alrededor del fuego para disfrutar de sidra, nueces y manzanas”.

“Halloween es la preparación y combinación de las dos próximas festividades”, señaló.

¿Cómo se vincula el Halloween y la fe católica?

El P. Vierling resaltó que el Halloween o víspera de Todos los Santos “no es una festividad litúrgica en el calendario católico, pero la celebración tiene profundas conexiones con el Año Litúrgico”.

“Los tres días consecutivos: Halloween, el Día de Todos los Santos y el Día de los Fieles Difuntos, ilustran la Comunión de los Santos. Nosotros, la Iglesia Militante (los que están en la tierra, luchando por llegar al cielo), oramos por la Iglesia Purgante (las almas en el Purgatorio), especialmente en el Día de los Fieles Difuntos y durante el mes de noviembre. Nos alegramos y honramos a la Iglesia Triunfante (los santos, canonizados y no canonizados) en el cielo. También pedimos la intercesión de los Santos por nosotros”, agregó.

Si bien esta fecha no debe permitir lo demoníaco y la brujería, si hay maneras en las que un católico puede aprovechar esta festividad.

“Es bueno reflexionar sobre nuestra muerte, las almas en el Purgatorio y el Sacramento de la Unción de los Enfermos. Y vinculado a este tema están los santos, canonizados y no canonizados. ¿Qué hicieron en sus vidas para llegar al cielo? ¿Cómo podemos imitarlos? ¿Cómo podemos, al igual que estos santos, preparar nuestras almas para la muerte en cualquier momento?”, concluyó.
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