Todo sucedió en Austria en 1797, hace 225 años. ¡Hoy, cada 17 de enero, se celebra en la ciudad austriaca de Absam una arraigada devoción popular! ¡Fue entonces cuando la Virgen María se “apareció” en el cristal de una ventana!

El 17 de enero de 1797, Rosina Puecher, una joven campesina, vio por primera vez la imagen de María en la ventana de su casa. Un milagro para la gente de Absam, localidad austriaca de la diócesis de Innsbruck; pero no para la Iglesia, que, como siempre, obraba con prudencia y se tomó su tiempo para evaluar la situación.

Pero resultó que el vidrio de la ventana que originalmente estaba pintado en colores brillantes, perdió sus tonalidades con el tiempo. Por lo tanto, no fue posible construir una capilla en aquel lugar.

Sin embargo, para el pueblo de Absam la historia fue como un milagro. ¡Y aunque no fue reconocido oficialmente como tal, la aparición de la imagen de la Virgen desde la ventana de la sala de estar de una joven campesina suscitó una devoción popular extraordinaria! Tan grande que el 17 de enero, el mismo día de la aparición de 1797, se realizó una celebración por el 225 aniversario del evento.

Cuando la Virgen María “se apareció” en el cristal de una ventana

La veneración a la imagen del cristal ha tenido un aumento constante, tanto que el viderio fue llevada en procesión hasta la iglesia de San Michele ad Absam, donde aún hoy se encuentra, precisamente en el altar lateral derecho. También se redactó un pedido de oración por ayuda para “Madre María, nuestra hermana y amiga de la fe”. La autorización para rezar ya había sido concedida en abril de 1797, cuando las asociaciones tirolesas vencieron a las tropas napoleónicas en la batalla de Spinge, lo que reforzó aún más la creencia.

El párroco de Absam, Martin Chuckwu, subrayó que “hoy nunca diríamos que Dios está del lado de un conflicto”, sino que “María se apareció para dar consuelo a todos”.

En el año 2000 la iglesia de San Michele, donde aún se conserva la imagen, se convirtió en basílica menor. Durante el bicentenario de la aparición, celebrado en 1997, el entonces obispo de Innsbruck Stecher describió a Absam como “la brillante diadema de su patria”.

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Este artículo fue traducido y adaptado de ACI Stampa.

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