La ciudad de Le Puy-en-Velay, punto de partida de una de las rutas principales del Camino de Santiago en Francia, alberga una imagen monumental dedicada a la Virgen María. La estatua de Nuestra Señora de Francia cuida la ciudad desde 1860 y fue esculpida con el metal de 213 cañones.

A pocos minutos del centro de la ciudad, se alza la majestuosa imagen de la Virgen María. Esta estatua ubicada en lo alto de la Roca Corneille mide 22.7 metros de alto y pesa 835 toneladas.

La idea de dedicar un monumento a Nuestra Señora de Francia nació en 1850, gracias al entonces obispo de Le Puy-en-Velay, Mons. Joseph-Auguste-Victorin Morlhon. Es así que 3 años después, en 1853, se organizó un concurso para escoger al artista que estaría detrás de tan grande hazaña, siendo ganador Jean-Marie Bonnassieux. 

Fue gracias a la donación del emperador Napoleón III que se lograría realizar la imagen, fundiendo 213 cañones ganados en la Guerra de Crimea en 1855. Inaugurada el 19 de septiembre de 1860, ostentó el título de la estatua más alta del mundo hasta que fue superada por la Estatua de la Libertad en 1886.

La imagen de la Virgen, que está coronada de estrellas, aplasta con su pie una serpiente y sostiene entre sus brazos al Niño Jesús, que bendice al pueblo francés.

Los casi 100 mil visitantes que llegan cada año a visitar a María pueden acceder al interior de la estatua y subir por la escalera de caracol a la corona de la Virgen.

Una ciudad mariana

La ciudad de Le Puy-en-Velay es conocida por su devoción mariana y por ser el punto de partida del antiguo Camino de Le Puy o Vía Podiensis, una de las cuatro rutas principales de peregrinación para el Camino de Santiago en Francia.

Luego de la Misa de las 7:00 a.m., los peregrinos que parten desde esta ciudad pueden recibir la bendición en la Catedral de Notre Dame de Puy, considerada patrimonio mundial de la Unesco.

“Los peregrinos se presentan y dicen brevemente de dónde vienen y hasta donde piensan llegar. ¡Si realmente lo saben! Después de la bendición, reciben la credencial de manos de una religiosa y pueden recuperar un papel con la intención de oración de otro peregrino o de un turista”, indica la página web de la catedral.
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