La princesa austriaca Alexandra de Hannover, miembro de la familia real de Mónaco, y ex luterana, de acuerdo al Royal Center, fue retirada de su puesto en la línea británica de sucesión. La razón: convertirse al catolicismo.

Sucede que la Corona Británica, sea rey o reina, es la cabeza religiosa de la Iglesia de Inglaterra, más conocida como la Iglesia Anglicana.

Por ende, la ley británica prohíbe que alguien de distinta religión, sea la cabeza de dicha iglesia.

Si bien a partir del 2013 se permitió que la el regente en turno podía casarse con alguien de otra religión, la ley aún estipula que el soberano o soberana está obligado(a) a pertenecer a la iglesia anglicana.

Según la línea de sucesión, ella es descendiente por parte del padre de la Princesa Real Victoria, hija mayor de la Reina Victoria y el Príncipe Alberto; gobernantes del imperio británico entre 1837 y 1901.

La princesa Alexandra dejó la Corona Británica de lado porque encontró la Verdad Plena. De manera convencida, y con toda libertad, decidió adherirse al catolicismo.

Comparte